rincón del diablo
En la ya vasta obra del ensayista argentino, la críticahistórica de los mitos socialmente aprobados, tiene un lugar destacado e insistente. Podría decirse que es el hilo rojo que ata todo su catálogo. En efecto, la vida cotidiana como lo desconocido poraveriguar, las historias legendarias que aureolan monumentos y altares, las figuras que han conseguido adueñarse de la memoria colectiva, venciendo al tiempo que borra los demás nombres, han fascinado aSebreli a la vez que lo han alejado de toda aceptación y hagiografía.
El autor reconoce la importancia histórica y cultural de los mitos, esos cuentos que alborean el intento humano de razonar lo real.Grandes civilizaciones como la clásica griega, de las que somos deudores, inventaron mitos y consagraron a unos héroes que estructuran nuestro imaginario.
La crítica sebreliana no ataca lo mitológico ensí mismo, ni impone racionalidad a lo irracional sino que traduce el mito a términos de la razón histórica e intenta razonar sus huellas, evitando reducirlo a mera ilusión precientífica, a la manerade una supuesta ciencia positivista de la historia.
Lo que cuestiona con dureza el investigador es la faz idolátrica de los mitos y sus personajes privilegiados, seres históricos convertidos ensantos, héroes y superhombres. Y lo hace, en esta obra, analizando la consistencia histórica, social y política de cuatro personajes nodales de la Argentina, un país con una trayectoria breve y unaausencia de autoctonías fuertes (México, Perú, Brasil) que afirmar o negar: Gardel, Evita, el Che y Maradona. Tres muertos inmortales y un inmortal vivo.
La crítica no sólo desmenuza la anécdota biográficade cada uno sino que ve en su culto una construcción ideológica, la del nacionalismo populista, la traducción del viejo nacionalismo aristocrático argentino, hispanizante y católico, a términos...
Regístrate para leer el documento completo.