Romance En El Paraiso
Páginas: 131 (32506 palabras)
Publicado: 20 de agosto de 2011
Romance en el paraíso
Ann Major
[pic]
Romance en el paraíso (2007)
Título Original: The Amalfi bride (2007)
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Deseo 1530
Género: Contemporáneo
Protagonistas: Nick Romano y Regina Tomei
Argumento:
Aquel romance acabaría cuando acabaran sus vacaciones…
La belleza de la costa de Amalfi hizo que Regina Tomei olvidara sus inhibiciones ypasara la noche en los brazos de un guapísimo desconocido. Lo que no sospechaba era que Nico Romano era en realidad un príncipe heredero destinado a casarse con una mujer de sangre real…
Regina no se hacía la menor ilusión; una estadounidense de clase media jamás encajaría en un mundo de palacios y poder. Pero cuando el romance acabó, Regina volvió a casa llevándose algo más que recuerdos…Capítulo 1
Amalfi, Italia
Los últimos días en el paraíso… tantos paisajes por ver y tan poco tiempo para verlos… ¿y qué hacía allí… en un bar… malgastando el tiempo… sin decidirse a dar una vuelta más o a visitar otra catedral u otra villa? ¿Qué hacía coqueteando con un desconocido?
«¡No, no estoy coqueteando con él!».
Estaban a finales de julio y la temperatura eraagradable en aquel bar al aire libre. No hacía tanto calor como debía de estar haciendo en Texas.
Regina Tomei tomó su copa de vino chardonnay y bebió tan deprisa que se le cayeron unas cuantas gotas por la barbilla y por el cuello, gotas que se apresuró a secar con una servilleta.
La enorme lista de catedrales y las notas que había tomado sobre las ruinas griegas cayeron al suelo, peroRegina no se molestó en recogerlas pues no podía apartar los ojos del desconocido alto y moreno que estaba apoyado en la barra.
¿Quién había dicho aquello de «me puedo resistir a todo excepto a la tentación»?
En aquel momento, el desconocido dejó de hablar con su amigo, un hombre bajito y fortachón, y levantó su botella de cerveza a modo de saludo.
A continuación, dio un buentrago a la cerveza y paseó su mirada por la garganta y los labios de Regina, que sintió que la respiración se le entrecortaba. Involuntariamente, se llevó la mano a la boca y, luego, a la hendidura de la garganta, donde sentía el pulso acelerado.
El calor de sus propios dedos le hizo imaginarse las enormes manos del desconocido y sus labios sobre su piel. Al instante, se puso a sudar e,instintivamente, se abanicó con la servilleta. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se llevó la mano a la cruz de oro que llevaba colgada del cuello y pidió fuerza al cielo.
Se había comprado aquel colgante en una preciosa tienda llamada Illusions que había descubierto durante un paseo por el barrio de Ravello, cerca de su hotel. Pasear e ir de compras eran sus aficiones favoritas, no ir alos bares y coquetear con desconocidos.
«¡Huye!».
El hombre dio otro trago a su botella y se quedó mirando la gardenia que Regina lucía en el pelo, haciendo que Regina se llevara la yema de los dedos hacia aquel lugar y rozara los pétalos aterciopelados de la flor.
Al instante, recordó que la persona que se lo había vendido le había advertido que no la tocara porque los pétalosse ponían marrones, así que Regina entrelazó los dedos en el regazo e intentó serenarse, pero no lo consiguió porque, al volver a mirar al desconocido, se percató de que la miraba con sus impresionantes y ardientes ojos azules.
¿Acaso aquel fuego lo había originado ella?
Ante aquella posibilidad, Regina sintió que el calor se apoderaba de ella. Al verla sonrojarse, el desconocidosonrió. Mortificada y encantada a la vez, Regina fingió que el zoom de su cámara le parecía fascinante.
El amigo del Adonis desconocido se despidió con un abrazo, señal de que se iba. Parecía aburrido.
«¡Vaya, va a tener que pasar por aquí!», pensó Regina.
Regina se quedó mirando el suelo para evitar cualquier tipo de conversación, pero escuchó cómo el hombrecillo chasqueaba...
Ann Major
[pic]
Romance en el paraíso (2007)
Título Original: The Amalfi bride (2007)
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Deseo 1530
Género: Contemporáneo
Protagonistas: Nick Romano y Regina Tomei
Argumento:
Aquel romance acabaría cuando acabaran sus vacaciones…
La belleza de la costa de Amalfi hizo que Regina Tomei olvidara sus inhibiciones ypasara la noche en los brazos de un guapísimo desconocido. Lo que no sospechaba era que Nico Romano era en realidad un príncipe heredero destinado a casarse con una mujer de sangre real…
Regina no se hacía la menor ilusión; una estadounidense de clase media jamás encajaría en un mundo de palacios y poder. Pero cuando el romance acabó, Regina volvió a casa llevándose algo más que recuerdos…Capítulo 1
Amalfi, Italia
Los últimos días en el paraíso… tantos paisajes por ver y tan poco tiempo para verlos… ¿y qué hacía allí… en un bar… malgastando el tiempo… sin decidirse a dar una vuelta más o a visitar otra catedral u otra villa? ¿Qué hacía coqueteando con un desconocido?
«¡No, no estoy coqueteando con él!».
Estaban a finales de julio y la temperatura eraagradable en aquel bar al aire libre. No hacía tanto calor como debía de estar haciendo en Texas.
Regina Tomei tomó su copa de vino chardonnay y bebió tan deprisa que se le cayeron unas cuantas gotas por la barbilla y por el cuello, gotas que se apresuró a secar con una servilleta.
La enorme lista de catedrales y las notas que había tomado sobre las ruinas griegas cayeron al suelo, peroRegina no se molestó en recogerlas pues no podía apartar los ojos del desconocido alto y moreno que estaba apoyado en la barra.
¿Quién había dicho aquello de «me puedo resistir a todo excepto a la tentación»?
En aquel momento, el desconocido dejó de hablar con su amigo, un hombre bajito y fortachón, y levantó su botella de cerveza a modo de saludo.
A continuación, dio un buentrago a la cerveza y paseó su mirada por la garganta y los labios de Regina, que sintió que la respiración se le entrecortaba. Involuntariamente, se llevó la mano a la boca y, luego, a la hendidura de la garganta, donde sentía el pulso acelerado.
El calor de sus propios dedos le hizo imaginarse las enormes manos del desconocido y sus labios sobre su piel. Al instante, se puso a sudar e,instintivamente, se abanicó con la servilleta. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se llevó la mano a la cruz de oro que llevaba colgada del cuello y pidió fuerza al cielo.
Se había comprado aquel colgante en una preciosa tienda llamada Illusions que había descubierto durante un paseo por el barrio de Ravello, cerca de su hotel. Pasear e ir de compras eran sus aficiones favoritas, no ir alos bares y coquetear con desconocidos.
«¡Huye!».
El hombre dio otro trago a su botella y se quedó mirando la gardenia que Regina lucía en el pelo, haciendo que Regina se llevara la yema de los dedos hacia aquel lugar y rozara los pétalos aterciopelados de la flor.
Al instante, recordó que la persona que se lo había vendido le había advertido que no la tocara porque los pétalosse ponían marrones, así que Regina entrelazó los dedos en el regazo e intentó serenarse, pero no lo consiguió porque, al volver a mirar al desconocido, se percató de que la miraba con sus impresionantes y ardientes ojos azules.
¿Acaso aquel fuego lo había originado ella?
Ante aquella posibilidad, Regina sintió que el calor se apoderaba de ella. Al verla sonrojarse, el desconocidosonrió. Mortificada y encantada a la vez, Regina fingió que el zoom de su cámara le parecía fascinante.
El amigo del Adonis desconocido se despidió con un abrazo, señal de que se iba. Parecía aburrido.
«¡Vaya, va a tener que pasar por aquí!», pensó Regina.
Regina se quedó mirando el suelo para evitar cualquier tipo de conversación, pero escuchó cómo el hombrecillo chasqueaba...
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