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La dulzura, rostro salesiano del amor


Los ecos que nos han llegado sobre las dos últimas circulares revelan, queridas hermanas, la necesidad profunda presente en el corazón de todas de crecer en la experiencia del amor de Dios y en el testimonio de este amor mediante las relaciones cotidianas. En esta carta deseo continuar la conversación sobre la calidad de las relaciones, cuya importanciafundamental reconocemos para nuestra vida en común y para la eficacia de la misión educativa.
Si la forma salesiana de entretejer las relaciones es el espíritu de familia, la dulzura es una nota específica de este espíritu, como manifiestan el testimonio y la palabra de San Francisco de Sales, de Don Bosco y de María Dominica Mazzarello.
Podemos decir que la dulzura es el rostro salesiano delamor. Lo que define nuestro camino de santidad. La dulzura, que requiere armonía y equilibrio de la personalidad, manifiesta concretamente la amabilidad salesiana.

Característica de nuestra identidad salesiana
La dulzura es una virtud síntesis que se manifiesta en Jesús como mansedumbre y humildad. En Él aparecen la bondad de Dios y su amor a los hombres (Cfr. Tito 3, 4). En la dulzura Jesús seautodefine, hasta el punto de proponer su testimonio a los discípulos diciendo “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29).

Aprender de Jesús requiere un continuo proceso desde la dureza del corazón a la ternura, a la misericordia, a la bondad, a la compasión. En la escuela del Maestro nos capacitamos para asumir un estilo de vida y de relaciones en la línea de lamansedumbre y la paciencia.
Quien quiere seguir a Jesús debe hacer experiencia de Él continuamente; debe compararse con sus sentimientos, interiorizar sus actitudes hasta llegar a ser manso y humilde, a adquirir la dulzura como forma habitual de ser y de relacionarse para poder transmitirla en cada sentimiento, palabra, gesto.

La dulzura, según San Francisco de Sales, es la flor de la caridad. Es laforma concreta de vivir el amor hacia Dios y hacia el prójimo.
Puede decirse que el amor vivido salesianamente es dulzura o que la dulzura es la forma concreta de vivir el amor. Francisco de Sales daba testimonio de ello con su persona, siempre digna y cordial. Su rostro era afable y abierto a la acogida, sereno y humilde, pacífico y lleno de comprensión. Solía decir que la dulzura es el verdaderoespíritu de los cristianos y su vida manifestaba la verdad de esta convicción. San Vicente de Paúl decía de él que era el hombre que mejor había imitado a Jesús. La dulzura caracterizaba cada decisión suya, cada relación, y mostraba la armonía y el equilibrio de su personalidad.

Francisco de Sales vivió en un tiempo marcado por la violencia y la intolerancia. Había heredado una naturalezavehemente y colérica. La dulzura no le era connatural, pero había comprendido que el seguimiento de Jesús requiere la conversión del corazón y que la verdad si no se reviste de amor no es evangélica. Francisco empeñó toda su existencia para ser como el Maestro: manso, humilde, amable: La gracia y la belleza se adueñaron de su corazón, de tal manera que llegó a ser un vivo retrato de Jesús. Sus mismosenemigos a menudo se veían obligados a admitir que la comparación con él era inevitable. La dulzura se unía a la firmeza, especialmente cuando se trataba de defender la verdad de Cristo y de su Iglesia. Dulzura no significa debilidad o zalamería, sino que indica un corazón lleno de paz y de alegría, de fe luminosa en Jesús y en su mensaje.

Existe una fuerte afinidad espiritual entre el Obispo deGinebra y nuestro Fundador. Con ocasión de su ordenación sacerdotal, Don Bosco se hizo este propósito: “La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guíen en todo” (MB I 518). Más tarde, establecido en la casa Pinardi, colocó en su aposento un cartel con la frase: “Da mihi animas caetera tolle”, lema de san Francisco de Sales a quien había escogido como Patrono.

La caridad paciente y...