San miguel
Bastián C. Arriagada, de 22 años, condenado a 61 días de encarcelamiento por vender discos piratas, había ingresado el 11 de noviembre a la cárcel de San Miguel, donde encontró la muerte el 8 de diciembre. Bastián es la cara visible de una sociedad extremadamente desigual como elitista y de un sistema penal anacrónico y clasista; miles de jóvenes se ven impelidos a delinquir porfalta de oportunidades; Bastián por un delito menor fue sentenciado a “muerte”, ya que el sistema carcelario chileno no garantiza el derecho a la vida en los recintos penales donde va la inmensa mayoría de condenados. Los trágicos hechos ocurridos el 8 de Diciembre pasado, no son más que el resultado de una crónica de muerte anunciada y reiterada en innumerables oportunidades en estos últimosaños. El riesgo de lo ocurrido se había acentuado tras la situación de colapso en que quedó el sistema carcelario tras el terremoto del 27 de Febrero, donde alrededor de 30 penales quedaron entre inutilizables o seriamente dañados; situación que impulsó a las actuales autoridades del país a la reubicación de presos, y por ende, a agravar las condiciones de hacinamiento, generándose una abierta transgresión a las reglas mínimas de tratamiento de reclusos que el Estado de Chile tiene suscritas a nivel internacional. Las múltiples denuncias que había venido efectuando la fiscal de la corte suprema Mónica Maldonado desde hace años, los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que han sido lapidarios con el sistema penal chileno (ver el último del comisionado FlorentínMeléndez), los diversos estudios de centros universitarios y privados, las denuncias de los propios funcionarios penitenciarios que se hicieron notorias con las agitadas movilizaciones que emprendieron el 2009, son testimonio y evidencia concreta que la tragedia estaba más que anunciada y que fue desoída por una clase política que ha priorizado una visión sobre-ideologizada y basada en un prismaconservador y punitivo del tema. El Presidente de la Corte Suprema, señor Milton Juica advierte sobre esta materia cuando declaró que “el mundo político entrega un mensaje donde se refuerza la idea de que toda persona que delinque debe ir a la cárcel”. Es cercana la última campaña presidencial y los últimos dichos del ministro del interior donde se agudiza el mensaje punitivo al que hemos hechoreferencia: “Nunca dijimos que la lucha contra de la delincuencia era fácil, ni siquiera puedo plantear que sea justa. Los ladrones, los delincuentes, son cobardes que le quitan a los chilenos las cosas que adquieren con mucho esfuerzo y con mucho sacrificio, pero que sea una lucha dura, una lucha a veces injusta, no quiere decir que este Gobierno va a permitir que nos ganen la batalla”. RodrigoHinzpeter, Octubre del 2010. “Delincuentes se les acabó la fiesta, se van a encontrar con un Gobierno que tiene una firmeza y una voluntad para combatirlos y para defender a la gente honesta que pueda recuperar su derecho a vivir en paz”. Sebastián Piñera, Marzo de 2010. Tampoco se pueden olvidar los planeamientos de Joaquín Lavín, cuando era candidato presidencial, pidiendo “tolerancia cero” y suslogan “la tercera es la vencida”, para referirse a la reincidencia delictual. Estos mensajes que calan hondo en la opinión pública, manipulada por medios de comunicación masivos (especialmente la TV) que sólo destacan y reiteran informaciones de carácter delictivo, han permitido el uso del slogan punitivo fácil sin considerar la situación de colapso que tiene el sistema carcelario chileno.Precisamente, la agenda corta contra la delincuencia impulsada en el gobierno de Michelle Bachelet, es otra acción dentro de este facilismo mediático que las autoridades políticas han impulsado, provocando un aumento significativo en las penas de privación de libertad y fortaleciendo las medidas de prisión preventiva por delitos que, incluso, no revisten o no tienen ninguna connotación de...
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