Señor Juez De Los Divorcios
Páginas: 8 (1819 palabras)
Publicado: 6 de febrero de 2013
TÍTULO DEL TRABAJO: TRADUCCION AL LENGUAJE CULTO DEL ENTREMES “EL SEÑOR JUEZ DE LOS DIVORCIOS “
CICLO ESCOLAR 2010-2011
El señor juez de los divorcios
Se introduce el señor juez, y otros dos individuos, el señor escribano y el procurador siéntase los tres en su respectivo asiento, posteriormente pasan de la parte de adentro hacia la de afuera, el vejete y Mariana, su esposa.
MAR. Afortunadamente he hallado al señor juez de los divorcios estando en su designado asiento, en definitiva en ésta ocasión me veo en la necesidad de abstenerme de obligaciones y encargos innecesarios y de ésta manera quedar autónomo como un ave.
VEJ. ¡Mariana! No extralimites la jactancia y repercusión de tus asuntos, pacifícate al exponer tus ideales, haz conciencia de la contaminación auditivaque produces, detentas atolondrada al gentío del pueblo con tus clamores, sabiendo que, posees en tu vista al frente al señor juez de los descasamientos, pudiendo informarle tus aflicciones procediendo prudentemente.
JUEZ. ¿Qué litigios acarrean, buena gente?
MAR. ¡Descasamiento, aspiro divorcio!
JUEZ. ¿De quién ansía disociarse? Atribuya sus alegatos.
MAR. ¿De quién? De éste decrépitocoetáneo en ésta circunstancia.
JUEZ. ¿Por qué pirra esta petición?
MAR. El quid de la cuestión es que me hallo fatigada de resistir su exabrupto comportamiento, me mantengo fastidiada de tener que asistirlo médicamente, debido a que subsiste achacoso y yo no he venido a esta orbe para asistir afecciones de la parentela. He tenido que conferir cantidades de parné a la prole de éste en virtuddel dote. En el tiempo en que desposé a éste, la dicha y bonanza resplandecían de mi faz y ahora la atesoro ajada. Hidalgo juez, le ruego me descase, para evitar que me quite voluntariamente la vida, mire las lágrimas que vierto habitualmente por verme en la malaventura de encontrarme casada con éste vejestorio.
JUEZ. Ceda su llanto mujer, profiera paso, seque sus lágrimas que yo procederé aconcebir ecuanimidad.
MAR. Concédame plañir que sólo así me explayo. En las comarcas bien reguladas, tendría que ser constreñida la permanencia de las nupcias, y de tres en tres abriles se habían de desemparejar o ratificar, para no perdurar la prolongada existencia de un individuo y eludir la penitencia perpetua.
JUEZ. Si lo que citaba anteriormente pudiera ser, se habría hecho ya conantelación, pero determine acrecentadamente la racionalidad por la cual reivindica divorcio.
MAR. La situación de senectud en la cual se encuentra y mi mocedad, asimismo todas las atenciones que me veo obligada a mostrar en cuanto a el por motivo de sus arrechuchos y sufrirle la peste de su olor en la boca.
ESC. La peste probablemente atribuye a un molar putrefacto.
VEJ. No es posible, es absurdoque yo padezca de aquello.
PROC. Según he prestado oídos, existe una ley que dispone el concebimiento de la disolución del matrimonio por un deficiente hedor de boca, así sea solicitado por el marido o la fémina.
VEJ. Puedo afirmar que la peste que señala mi cónyuge proveniente de mi boca, indudablemente no lo es, ya que, no poseo molares en mal estado. Ciertamente mi estómago no es motivo dehediondez, pues este se conserva en buen estado. Todo aquello no es más que una quimera fruto de su desestimación hacia mí. Efectivamente ustedes no poseen razón de su verdadero temperamento y si así fuese, la repudiarían absteniéndola de sustento alguno. He vivido 22 años con ella, y en ninguna ocasión he dado juicio de mi contrariedad a sus acciones. Soy yo quien desfallece y ella quien goza de lahacienda que poseo.
MAR. Designe que latifundio usufactura que no haya obtenido de no ser mi dote. Me corresponden la mitad de los bienes materiales, mal visto está que eso le pese. Si sucumbiera ahora, no cedería el valor de un maravedí en señal de mi predilección.
JUEZ. Cuando desposó a esta mujer, ¿No se encontraba vigoroso, bien parecido, de perfecta salud y bien acondicionado?...
CICLO ESCOLAR 2010-2011
El señor juez de los divorcios
Se introduce el señor juez, y otros dos individuos, el señor escribano y el procurador siéntase los tres en su respectivo asiento, posteriormente pasan de la parte de adentro hacia la de afuera, el vejete y Mariana, su esposa.
MAR. Afortunadamente he hallado al señor juez de los divorcios estando en su designado asiento, en definitiva en ésta ocasión me veo en la necesidad de abstenerme de obligaciones y encargos innecesarios y de ésta manera quedar autónomo como un ave.
VEJ. ¡Mariana! No extralimites la jactancia y repercusión de tus asuntos, pacifícate al exponer tus ideales, haz conciencia de la contaminación auditivaque produces, detentas atolondrada al gentío del pueblo con tus clamores, sabiendo que, posees en tu vista al frente al señor juez de los descasamientos, pudiendo informarle tus aflicciones procediendo prudentemente.
JUEZ. ¿Qué litigios acarrean, buena gente?
MAR. ¡Descasamiento, aspiro divorcio!
JUEZ. ¿De quién ansía disociarse? Atribuya sus alegatos.
MAR. ¿De quién? De éste decrépitocoetáneo en ésta circunstancia.
JUEZ. ¿Por qué pirra esta petición?
MAR. El quid de la cuestión es que me hallo fatigada de resistir su exabrupto comportamiento, me mantengo fastidiada de tener que asistirlo médicamente, debido a que subsiste achacoso y yo no he venido a esta orbe para asistir afecciones de la parentela. He tenido que conferir cantidades de parné a la prole de éste en virtuddel dote. En el tiempo en que desposé a éste, la dicha y bonanza resplandecían de mi faz y ahora la atesoro ajada. Hidalgo juez, le ruego me descase, para evitar que me quite voluntariamente la vida, mire las lágrimas que vierto habitualmente por verme en la malaventura de encontrarme casada con éste vejestorio.
JUEZ. Ceda su llanto mujer, profiera paso, seque sus lágrimas que yo procederé aconcebir ecuanimidad.
MAR. Concédame plañir que sólo así me explayo. En las comarcas bien reguladas, tendría que ser constreñida la permanencia de las nupcias, y de tres en tres abriles se habían de desemparejar o ratificar, para no perdurar la prolongada existencia de un individuo y eludir la penitencia perpetua.
JUEZ. Si lo que citaba anteriormente pudiera ser, se habría hecho ya conantelación, pero determine acrecentadamente la racionalidad por la cual reivindica divorcio.
MAR. La situación de senectud en la cual se encuentra y mi mocedad, asimismo todas las atenciones que me veo obligada a mostrar en cuanto a el por motivo de sus arrechuchos y sufrirle la peste de su olor en la boca.
ESC. La peste probablemente atribuye a un molar putrefacto.
VEJ. No es posible, es absurdoque yo padezca de aquello.
PROC. Según he prestado oídos, existe una ley que dispone el concebimiento de la disolución del matrimonio por un deficiente hedor de boca, así sea solicitado por el marido o la fémina.
VEJ. Puedo afirmar que la peste que señala mi cónyuge proveniente de mi boca, indudablemente no lo es, ya que, no poseo molares en mal estado. Ciertamente mi estómago no es motivo dehediondez, pues este se conserva en buen estado. Todo aquello no es más que una quimera fruto de su desestimación hacia mí. Efectivamente ustedes no poseen razón de su verdadero temperamento y si así fuese, la repudiarían absteniéndola de sustento alguno. He vivido 22 años con ella, y en ninguna ocasión he dado juicio de mi contrariedad a sus acciones. Soy yo quien desfallece y ella quien goza de lahacienda que poseo.
MAR. Designe que latifundio usufactura que no haya obtenido de no ser mi dote. Me corresponden la mitad de los bienes materiales, mal visto está que eso le pese. Si sucumbiera ahora, no cedería el valor de un maravedí en señal de mi predilección.
JUEZ. Cuando desposó a esta mujer, ¿No se encontraba vigoroso, bien parecido, de perfecta salud y bien acondicionado?...
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