Se Solto
A Dios Padre se atribuye el poder; a Dios hijo, la sabiduría; a Dios Espíritu Santo, el amor, porque es el dulce nudo con que seaman el padre y el hijo. Por lo mismo, se le atribuye la obra de nuestra santificación. El habló por los profetas y asiste a la iglesia católica y a sucabeza visible, El Romano Pontífice, para que enseñe infaliblemente la verdad revelada. El santifica nuestra alma, no solo infundiéndole la gracia,sino viniendo a poner en ella su morada. Y no esta en ella ocioso, sino, como dice Fray Luis de Granada, esta allí como un padre de familia en sucasa, gobernándola, y como maestro en su escuela, enseñándola, y como hortelano en su huerta, cultivándola, y como un rey en su propio reino, rigiéndola ycomo el sol en este mundo, alumbrándola, finalmente como el alma en el cuerpo, dándole vida, sentido y movimientos. Es muy santa la costumbre deinvocar al divino espíritu al principio de toda obra importante, invocar al divino espíritu también lo es no abandonar al huésped del alma porque ellonos habla interiormente con sus inspiraciones.
Preces
Ven, espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.Envía tu espíritu y serán creados, y renovaras la fas de la tierra.
Oración
¡ Oh Dios, que ilustraste los corazones de los fieles con la luz delespíritu santo: danos que, guiados por el mismo espíritu, sintamos rectamente y gocemos siempre de su consuelo. Por Cristo nuestro señor, Amen.!
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