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El jefe de redacción, me encomendó hacer una entrevista más, para la crónica de accidentes y tragedias. Como periodista, necesito descubrir el sentido de mi profesión; quiero recuperar lacapacidad de sorprenderme. De tanto ver accidentes y muertes violentas, se pierde la empatía con los que sufren una tragedia.

-¿Podría relatarme los detalles del último accidente?- Pregunté al maquinista:-Fue al medio día y el sol me ayudó a divisarlo a unos doscientos metros de distancia, era un “Lolito un Cabrito, no, más”…vestía un pantalón de mezclilla y una camisa roja con cuadritosamarillos; toqué la bocina y en los últimos tramos levantó su mano para despedirse-

-¿Que hizo luego que el joven suicida consumara el hecho?-Pregunté, sobrepasando los límites del morbo.

- Vi sucuerpo mutilado, con la embestida, quedó hundido sobre las piedrecillas, apiladas, entre los durmientes de la vía, parte de su ropa, fue a dar a la Válvula de Venteo de la locomotora; Hice lo posible,para detener la máquina…si…fíjese, que bajé hasta la palanca de la Catenaria, para cortar la energía y no hubo caso, sólo pude aminorar la velocidad cuando presentí que el cabrito, iba a saltar el riel,para caer de boca entre los durmientes y el balasto de la vía-

El maquinista, caminó hasta el sitio donde cayó el cuerpo del muchacho, movió la cabeza, se persigno y con la voz entrecortada por lapena, comentó:

-Sabe, Señor: “Hartas veces se me aprieta el corazón en este oficio”-

Me impactó el grado de compromiso emocional del maquinista, su humanidad, su empatía con el prójimo; elhombre, como, conductor de trenes, había, presenciado, muchos accidentes y lejos de estructurar una coraza emocional, para defenderse del sufrimiento del otro, se acrecentaba en su espíritu, el dolorfraternal con las víctimas.

Antes de ingresar al diario, me senté en un banco de un bulevar y grabé en mi consciencia, la última frase pronunciada por el maquinista:

“Hartas veces se me...