Ser o no ser ¿aún es esa la cuestión?
Aunque siempre he pensado que el suicidarse es un completo acto de cobardía, de seguro a muchos de nosotros alguna vez le han rondado ideas negativas alrespecto; incluso hasta llegar a maquinarlo.
Son tantas las razones que pueden llevarnos a pensar en esta “última solución”, que no es de extrañar que el suicidio juvenil siga en aumento. Algunosjóvenes se sienten tan oprimidos y desesperados, que no encuentran un motivo para vivir. Esta opinión no debe terminar siempre en una tragedia; muchas veces es solo un síntoma de la depresión leve; noobstante, no es bueno dar esto por sentado; la falta de apoyo puede acrecentar ese estado depresivo a niveles fatales.
¿Pero, qué tipos de problemas nos podrían llevar a semejante actuar? Los tiemposen que vivimos se han hecho cada vez más difíciles de afrontar y no todos estamos preparados para dar la cara a las presiones que se nos ofrece a cada momento. Por ejemplo:
Si alguien enuna familia muriese, todos tendrían una reacción diferente ante la perdida; los familiares más cercanos se sentirían realmente destrozados, y muchas veces el duelo es abandonado a cada quien. “Esnormal sentirse así”, dirían muchos, ¿y entonces tiene un hijo joven la suficiente fuerza para soportar la perdida de uno de sus padres, o el conyugue de su pareja?
Por supuesto que nadie es inmune atodas las situaciones difíciles de la vida: La muerte de un ser querido (¡¡hasta una mascota!!), los conflictos familiares, un fracaso escolar, una ruptura amorosa, o el maltrato físico o sexual, solopor dar algunas razones. Además es significativo el que en cierto país, más del 90% de los que se suicidaron padecían de una enfermedad mental.
Tarde o temprano, los jóvenes tendremos que afrontaruna o más de estas situaciones y no sabemos si estamos preparados para atravesarlas. Podemos sentirnos sin esperanzas y totalmente impotentes. Lógicamente nadie en su sano juicio desea morir, más...
Regístrate para leer el documento completo.