SHIPMAN, Pat. 1984. CAZA CARROÑERA.

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SHIPMAN, Pat. 1984. CAZA CARROÑERA. Natural History. 4/84, pág. 20.
(Pat Shipman es Profesora Asociada del Departamento de Biología Celular y Anatomía de la Escuela de Medicina de la
Universidad John Hopkins).
Traducción corregida para el uso de la Cátedra Fundamentos de Prehistoria. Versión al castellano de Ariel A. Maudet.

Los antecesores de los humanos (homínidos) son corrientementerepresentados como cazadores,
tanto en libros como en películas. De cerebro reducido, pronunciadas cajas, posición erecta y su
cuerpo generalmente cubierto de ligera pelambre, el temprano homínido varón o sea con
inquisitivos ojos la dorada sabana en busca de su presa. Manipulando hábilmente unas pocas y
rústicas herramientas o útiles líticos, matan y descuartizan desde pequeñas gacelas hastaelefantes, mientras las mujeres se ocupan de los pequemos y recogen raíces, tubérculos y bayas.
El alimento es compartido por los integrantes del grupo en campamentos temporarios, Esta familiar
imagen del Hombre Cazador se ha mantenido merced al hallazgo de útiles líticos asociados con
huesos de animales fósiles. Sin embargo, el papel de la cacería en la vida homínida temprana no
puededeterminarse de manera inequívoca por falta de evidencias directas concluyentes.
Descubrí casi accidentalmente una forma de poner a prueba la hipótesis del cazador. En 1973,
comencé a documentar el daño microscópico causado por diferentes agentes en huesos animales.
Esperaba desarrollar un método diagnostico que permitiera la identificación post-mortem de la
historia de los huesos fósilesespecíficos y resultara útil para comprender el modo de formación de
los conjuntos o agrupaciones fósiles. Empleando, debido a su excelente resolución y magnífica
profundidad de campo, un microscopio de barrido electrónico (MBE), inspeccione replicas de alta
fidelidad de huesos modernos que habían sido objeto de actividad o condiciones conocidas. (En
vez de huesos reales, debí usar replicas de altafidelidad de los originales, porque los
especimenes deben caber en la reducida cámara de vacío del MBE). Pronto establecí que:
sucesos comunes y corrientes como la meteorización, las improntas de las raíces, la abrasión
sedimentaria y la masticación carnívora producían huellas microscópicas con características
diferenciadas.
En 1980, mi estudio con el MBE tuvo un vuelco inesperado. Richards Potts(actualmente en la
Universidad de Yale), Henry Bunn (actualmente en la Universidad de Winsconsin, en Madison) y
yo, hallamos casi, simultáneamente, lo que parecía marcas de -útiles líticos grabadas sobre
huesos fósiles provenientes de la Garganta de Olduvai (Tanzania) y de Kobi Fora (Kenya). Nos
hallábamos trabajando casi lado a lado en el Museo Nacional de Kenya, donde están guardados
losfósiles. La posibilidad de marcas de corte era excitante, dado que ambos yacimientos
preservan algunos de los más antiguos materiales arqueológicos. Potts y yo regresamos a los
EE.UU, manufacturamos algunos de los líticos y comenzamos a trabajar sobre huesos y
articulaciones de piezas solicitadas a nuestro carnicero local. Examinadas con el MBE, las replicas
de estas marcas de cortes parecíanmuy diferentes a las replicas de las huellas de dientes de
carniceros, sin importar el tipo de carnívoro o el tipo de útil involucrado.
Comparando las marcas de los fósiles con las centenares de muestras de nuestros huesos
modernos de historia conocida, pudimos demostrar convincentemente que los homínidos que
empleaban útiles líticos habían procesado hace casi dos millones de años atrás loscuerpos
muertos de muy diversos animales. Por primera vez había una firme vinculación entre útiles líticos
y al menos algunos de los tempranos huesos fósiles animales.
Este descubrimiento inicial persuadís a algunos paleoantropólogos que la imagen del Homínido
cazador era correcta. Potts y yo no estábamos tan seguros. Nuestro estudio había mostrado que
muchos de los fósiles marcados con...