simbolos
Por la tarde empezó a llover, de suerte que la labor de los que socorrían a los heridos o enterraban a los muertos se dificulto enormemente. Don Pedro Castellanos y su esposa Lupita, abrieron las bodegas de su casa paratrasladar a la población dolida y alimentarlos personalmente y con ayuda de los peones, llevaban agua y alimentos a los sobrevivientes. Similar muestra de caridad fue dada por el Señor Cura Don Julián Martín del Campo, quien infatigablemente iba y venía llevando heridos a la Purísima y dando los últimos sacramentos a los moribundos. En su libro dejó constancia del hecho con estas palabras “El dosde octubre de mil ochocientos cuarenta y siete. El terremoto de hoy a las nueve y media de la mañana convirtió en ruinas la Iglesia, Parroquia y todos los edificios de esta población, excepto la iglesia del Hospital, para constancia de esto. Nota que firmo.
El día 3 de octubre, después de una noche de terrible dolor, de velación de muertos, de desesperación y de miedo, con un sol maravilloso,sin una sola nube sobre el firmamento, el Señor Cura anuncio que oficiaría la misa dominical por los difuntos del día anterior. Se reunió tanta gente, no solo de Ocotlán, sino de Cuitzeo, San Andrés, Los Sauces, Jamay y de otras Rancherías, que había cerca de 2000 personas en el atrio, la plaza y el mercado. Hubo necesidad de improvisar un pequeño altar a la sombra de un árbol que existía en elcementerio de la Purísima para que toda la gente participara en la ceremonia religiosa, pues la capilla era insuficiente para contener a la multitud.
A las 8 de la mañana, cuando daba principio el santo sacrificio, se empezaron a remolinar nubes en el cielo, causando consternación entre los asistentes, luego el cielo de limpio y quedaron, hacia el noroeste de la población, solo unas pequeñas nubes enel cielo, las cuales empezaron a formar la imagen perfectísima de Jesucristo Crucificado, tan cercano y tan claro que muchos de los testigos aseguraban que su larga cabellera era agitada por el viento.
La mayoría de ellos gritaba, pensando que se trataba del fin del mundo y Jesucristo venía a juzgarlos, otros caían de rodillas implorando perdón y misericordia, pidiendo al párroco los confesará.El Párroco Julián Navarro, vicario adjunto al Señor Cura, corrió agitado en dirección noroeste, hacia donde la aparición estaba, nadie supo cuánto tiempo corrió, pero a consecuencia de este hecho perdió la razón, y la recupero parcialmente dos años después.
El parte que rindió el Alcalde de Ocotlán a su superior, textualmente dice: Prefectura de Ocotlán, excelentísimo señor: el sábado dos de lascorrientes a las siete y media de la mañana se sintió en esta población un fuerte terremoto que duro más de cinco minutos, no habiendo sin embargo, ocasionado ninguna desgracia. La repetición fue terrible y acaeció entre nueve y diez de la mañana, quedando en un momento todos los edificios de esta población, unos en tierra y enteramente arruinados o en peligro de caerse.
Hasta ayer los muertos...
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