Sindrome canguro

GENERACIÓN CANGURO

Estudio de[pic]

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En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, sucede que, cada vez más, los jóvenes retardan su independencia; aunque cuenten con un título y un trabajo.

Las estadísticas son categóricas; según el Instituto Nacional de la Juventud, mientras en 1997 el 54% de los encuestados vivía con sus papás, para el 2000 el número subió a 68%. Hoy, ya vamosen un 70%.

Existen muchos jóvenes chilenos, entre 25 a 30 años, que no quieren abandonar el nido. Hay padres que están felices con sus hijos aún en casa. Otros quizá no tanto. Lo cierto es que este es un fenómeno que cada vez gana más adeptos. ¿Para qué me voy a independizar si no me falta nada y nos acompañamos? ¿Para qué pagar arriendo si puedo ahorrar? No me voy a casar, ¿para qué me voy air? Y no falta el que ni siquiera se plantea la opción.

Las estadísticas son categóricas; según el Instituto Nacional de la Juventud, mientras en 1997 el 54% de los encuestados vivía con sus papás, para el 2000 el número subió a 68%. Hoy, ya vamos en un 70%. Una realidad que contrasta con los años sesenta o setenta cuando los jóvenes abandonaban la casa de sus padres lo antes posible, ya seaporque se casaban o porque se iban a vivir solos o con amigos.

Treinta años después, vemos que los jóvenes no sienten una necesidad de abandonar su hogar materno, lo que para el doctor en psicología Giorgio Agostini, autor de No quiero casarme, tiene mucho que ver con que “hoy quieren salir al mundo con mayor bienestar material” y también porque los padres han sido “mal criadores”, dándoles,quizá, más de lo necesario. Agostini reconoce, eso sí, que hoy en día las cosas son más difíciles que antes, que la cesantía recae con mayor frecuencia en ellos y los trabajos no son tan seguros como en otras épocas, porque hay mucha competencia. A este respecto, él plantea que estos jóvenes son hijos de unos padres que fueron “lolos” alrededor de los sesenta, que enfrentaron grandes crisis económicasy políticas, por lo que quisieron proteger a sus hijos “para que no tengan que hacer los mismos sacrificios”.

Este aspecto económico, que impide muchas veces que los jóvenes se independicen, me recuerda una conversación que tuve hace algún tiempo con un colega periodista, quien me comentó, riéndose de su propia situación: ¿Sabes? Me independicé, me construí una casita en el patio de la casa demis papás. ¡Así es que ahora vivo solo!

Se sabe que en nuestro país el promedio de edad para contraer matrimonio es ya de 30 años en los hombres y de 27 en las mujeres. En los setenta, si a los 25 años las mujeres no se habían casado, no tenían más futuro que ver pasar el tren desde el andén; hoy en día, hacerlo antes de esa edad es casi una locura, ya que la mujer tiene incorporadasprácticamente las mismas expectativas profesionales que el hombre y lucha por ellas, no siendo ya su motivación principal en la vida casarse y ser “felices para siempre”.

También incide en el resultado de estas estadísticas el hecho de que esta generación se casa más tarde. Se sabe que en nuestro país el promedio de edad para contraer matrimonio es ya de 30 años en los hombres y de 27 en las mujeres. Enlos setenta, si a los 25 años las mujeres no se habían casado, no tenían más futuro que ver pasar el tren desde el andén; hoy en día, hacerlo antes de esa edad es casi una locura, ya que la mujer tiene incorporadas prácticamente las mismas expectativas profesionales que el hombre y lucha por ellas, no siendo ya su motivación principal en la vida casarse y ser “felices para siempre”. Así las cosas,el Censo del año 2002 mostró que el país dejó de celebrar quinientos mil nacimientos ese año. ¡Y la cifra sigue bajando! Las estadísticas de la encuesta Casen Familias 2006, señala que actualmente la natalidad en nuestro país estaría por debajo del 1.9 calculado por el INE a partir del Censo de 2002.

Agostini plantea que a las mujeres de esta generación “su familia les imploró que creyeran...