Sobre El Gigante Amapolas
El gigante Amapolas dramatizael anverso, la faz negativa del poder. Su matriz es la representación del aspecto literal de una metáfora incorporada al lenguaje cotidiano: un gobernante títere ejerce siempre un poder de cartón. La técnica consiste en borrar el proceso de metaforización y trabajar con la literalidad desnuda. Otras metáforas acompañan a esta primera para presentizar el contexto histórico: si el héroe es depapel, un ejército constituido por mujeres evoca la fragilidad de las tropas, mientras una cantidad de soldados atados de pies y manos, cautivos e inertes, se mueven por el escenario. Las metáforas acuñadas en el espacio del discurso político se desplazan hacia el ámbito teatral para ejemplificar la situación y mostrar métodos de acción.
La máxima eficacia del poder reside en el manejo de lascreencias; en fomentar la idea de que el centro coincide con la autoridad. En ese sistema de valores, el gobernante es una especie de padre severo pero protector. Padre, así llamaba el gauchaje a sus caudillos. Alberdi propone en la farsa la destrucción de la estructura paternalista cuando le da al pueblo la autoría del levantamiento. Pero si determinadas creencias son aniquiladas, un nuevo paternalismoreemplaza al viejo en tanto las voces populares de los soldados de El gigante Amapolas repiten las voces letradas de La revolución de Mayo.
Con la lección bien aprendida el pueblo se libera de los opresores: tal parece ser el apotegma. Y para incorporar el modelo de los antepasados El gigante Amapolas juega con una dialéctica del ver y del decir la mentira o la verdad, dialéctica tambiénpresente aunque algo modificada en La revolución de Mayo; allí la problemática se devana entre apariencias y verdades: “Nada ha cambiado, señores, más que un nombre: la tiranía es la misma, el tirano es el mismo” (R.M., 27).
El teatro de Alberdi ofrece elementos para construir una teoría de las bases necesarias para lograr la unidad: en ese espacio podemos leer los pactos a realizar, el lugar de la leyy la razón en el sistema, las relaciones sociales y políticas de los grupos, el papel de la revolución como desencadenante de un nuevo orden, por fin, la instauración del poder.
El teatro es el espacio de la develación; pone al descubierto los resortes de un dominio sustentado en mitificaciones. En la farsa se encuentran casi todos los elementos que Canetti atribuye al poder, pero dados vuelta.Si la rapidez, la fuerza, el secreto, la capacidad de preguntar, de sentenciar y de perdonar son inherentes al poder, el texto de Alberdi incursiona en los entretelones para hacer público lo oculto: la debilidad de un poder.
La circulación del poder obsesiona a Alberdi. “El trono a las ideas, no a las personas; la gloria, a las virtudes, no a los hombres” dice Vieites cuando exhorta a losdiputados (R.M., 96). Si el aspecto positivo del poder reside en un espacio saturado, el revés de la trama, la usurpación de los lugares, se patentiza en la escena en que Mentirola ocupa los sitios que han dejado vacíos sus compañeros Guitarra y Mosquito. Simulacro de discusión, negación del tránsito de la palabra, el poder armado es una única voz que cambia de lugares y se escucha sólo a sí misma....
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