Soy bonito
No lejos de los "appelplatz", donde con el cuerpo quebrantado y el espíritu tenso, nos juntábamos los supervivientes paravitorear a los libertadores, en las dependencias de los Krematorium o en fosas comunes improvisadas se amontonaban los cadáveres que, por lo elevado de su número, no habían podido ser incinerados;pequeñas representaciones para siempre silenciosas y frías de los miles, centenares de miles, millones de compañeros que, con menos fortuna que nosotros, no habían podido llegar al episodio final de lagran tragedia de nuestro tiempo. Hace de eso veinte años. Mucho tiempo para que en los actos conmemorativos del XX Aniversario de la victoria aliada sobre el nacional-socialismo, puedan estar presentescuantos lo merecieron. Muchos de aquellos supervivientes han caído después, apenas habían empezado a saborear la libertad tantos años anhelada. Otros, tal vez enfermos, tal vez demasiado ocupados, ofaltos de medios económicos para el viaje, tampoco podrán acompañarnos. Pero, seamos pocos o muchos los afortunados que concurramos, no hay duda de que la emoción del reencuentro será de las que dejanhuella profunda en el recuerdo.
Y así nos impresionará el aspecto de los que habrán envejecido más de la cuenta, mientras celebraremos la inalterable buena salud de otros. Algunos habrá biensituados en la vida y también quienes, sin suerte, habrán tenido que resignarse al duro quehacer diario para sólo malvivir. Unos habrán hallado la paz y la pequeña felicidad en el seno de sus familias,...
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