Su Madre
Desde el primer instante en que José Manuel Moreno
tocó el balón ante mis ojos atónitos, tocó no, me corrijo,
acarició y conversó con la bola, mi almase tiñó de un rojo
inconsumible y eterno, supe que mi universo de pasiones se
había llenado con un amor constante y atento por el destino
cotidiano del Deportivo Independiente Medellín. Se completómi religión.
Pero más injusto sería no mencionar algunos dioses que
luego reflejaron lo que Moreno hacía, como Ramaccioti,
Agudelo, Ponciano, Sotil, El Pibe, Pareja, Giovanni. Y los
goleadoresque se me aparecen, los dos Carlos —Arango
y Castro—, Marino, El Manco, Devanni, Debrassi, Mottura,
Navarro, Núñez, el Tren, punterazos legendarios como
Omar Orestes —el más grande—, Lanza,Carrillo, Díaz,
defensores como Ayala, Pécora, Canocho, Escobar, Molina,
Ávila,
Gildardo,
Perea,
volantes
como
Calonga,
Pereira,
Peckerman, Velásquez, Leonel, porteros como el muy emblemáticoCaimán.
Nombres que para el autor son como ‘’ destellos de luz que la memoria invoca en una especie de juego pirotécnico’’ este hombre verdaderamente siente pasión por su equipo y no solo por eseequipo sii no también por algo muy importante el futbol.
El deliraba cuando la estrella del balón pie colombiano hacia sus figuras y goles el se dejaba llenar de ese amor y su cuerpo fluia su mente sedespejaba y tan solo un pro 90 minutos el era libre junto a su equipo algunos dicen que cuando su equipo lleva una excelente racha es el mejor pero cuando pierden tan solo son una perdedera de...
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