Surumi

Surumi
Dias dulcemente apacibles en la hacienda.
Los indios saboreaban la paz como si se tratara de una fruta comprada en dia de fiesta. Elmayordomo hombre temible , no les apremiaba con la tenacidad de costumbre ni se atiene al rigor de su rebenque …
Hallo la puerta abierta yentro. Seguían los aralidos. Venían del lado pequeño del horno que hay detrás de la cocina. Corrió, y ahí estaba el mayordomo tratando de violara su mujer. Ella tenia la cabeza , el cuerpo y los brazos encajados en la boca del horno . no le importaba que fuera don melsinu, hombre todopoderoso en la hacienda. Estaba defendiendo a su mujer defendiéndose el mismo de una terrible vergüenza. De un tiron le derribo como si fuera unchiquillo. Tenia ganas de castigarlo, pero el abusador se levanto despavorido y huyo.
Le dijo que era delito pegar al mayordomo, puesto queel, en la hacienda, representaba al mismo patrón.
Anoche lluvio.
Apoyado con un puntal del cobertizo, ramu perfora el vacio de la sendaconlos ojos agusados por la afición. Tarta de japiri. Cuando salía apareció un hombre a lo lejos . el corazón con un golpe le dijo: “ es el japiri“ . pero el hombre se fue por otro lado. El sol ya esta alto y nadie ha vuelto a asomar por la senda.
Cuando sobre un hogar a de caer un mal ,acude en el anuncio de kìta paloma. Surumi le abraza con ternura y pena a veces la pobre se sacude en largos entremecimientos y solo se calma