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“El amanecer del siglo XXI era difícil no ser optimista”. La frase es de Ronald Deibert, unacadémico canadiense, experto en seguridad informática y fundado de Citizan Lab, nombre que traducido es algo así como el Laboratorio Ciudadano: una institución de investigación que, cobijada bajo el prestigio de la Universidad de Toronto, se ha convertido en una especie de agencia de inteligencia de la sociedad civil para “vigilar a quienes vigilan”. Cuatro párrafos después de esta frase, Deibertescribió, en un libro titulado Black code: “Lo que hemos visto, y continuamos viendo, es perturbador”. Citizen Lab ha estado detrás de algunas de las investigaciones más sonadas en el reino de la seguridad informática, un mundo hecho para iniciados (y aún más para expertos). Su trabajo no solo ha sido popular, si no relevante, pues ha revelado cosas como GhostNet, una red electrónica que para 2009 llego acomprometer 1.200 computadores, en 103 países, pertenecientes a activistas tibetanos, periodistas, embajadas y otros actores que manejan información sensible, por decir lo menos.
“El amanecer del siglo XXI era difícil no ser optimista”. La frase es de Ronald Deibert, un académico canadiense, experto en seguridad informática y fundado de Citizan Lab, nombre que traducido es algo así comoel Laboratorio Ciudadano: una institución de investigación que, cobijada bajo el prestigio de la Universidad de Toronto, se ha convertido en una especie de agencia de inteligencia de la sociedad civil para “vigilar a quienes vigilan”. Cuatro párrafos después de esta frase, Deibert escribió, en un libro titulado Black code: “Lo que hemos visto, y continuamos viendo, es perturbador”. Citizen Lab haestado detrás de algunas de las investigaciones más sonadas en el reino de la seguridad informática, un mundo hecho para iniciados (y aún más para expertos). Su trabajo no solo ha sido popular, si no relevante, pues ha revelado cosas como GhostNet, una red electrónica que para 2009 llego a comprometer 1.200 computadores, en 103 países, pertenecientes a activistas tibetanos, periodistas, embajadasy otros actores que manejan información sensible, por decir lo menos.
“El amanecer del siglo XXI era difícil no ser optimista”. La frase es de Ronald Deibert, un académico canadiense, experto en seguridad informática y fundado de Citizan Lab, nombre que traducido es algo así como el Laboratorio Ciudadano: una institución de investigación que, cobijada bajo el prestigio de la Universidadde Toronto, se ha convertido en una especie de agencia de inteligencia de la sociedad civil para “vigilar a quienes vigilan”. Cuatro párrafos después de esta frase, Deibert escribió, en un libro titulado Black code: “Lo que hemos visto, y continuamos viendo, es perturbador”. Citizen Lab ha estado detrás de algunas de las investigaciones más sonadas en el reino de la seguridad informática, un...
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