Tarea

María es una mujer tan idealizada como desconocida. De María sabemos poco, muy poco. Aunque menos queremos saber cuando la imagen que nos presentan de ella está tan caramelizada, dulcificada, azucarada y “mielizada” que provoca diabetes con solo acercarse a ella. A veces nos da la impresión que sobre ella hay mucha literatura y poco realismo, poca contemplación serena. Nosotros no vamos a hacerde ella una “mujer guerrera” pues esto tampoco respondería a la realidad, pero sí queremos descubrirla como la mujer que fue, la primera creyente y especial “colaboradora” con los planes de Dios, una mujer de fe.

• IMAGEN DÚCTIL Y MALEABLE
A María le pasa como a muchos metales industriales, es dúctil y maleable. Su imagen, su apariencia se puede adecuar al público y a las circunstancias; no hayuna única presentación posible de su figura y de su persona, pues como todos los personajes de la Antigüedad ella también se ve cubierta por el velo pesado de los siglos que la separan de nosotros. Sin embargo la fe, el mensaje evangélico, nos la hará de nuevo accesible y nos propor-cionará nuevas informaciones sobre ella que trataremos de descubrir más adelante.

Por ahora baste con serconscientes de que las imágenes nos hablan demasiado y, a veces, en lugar de esclarecer las figuras las deforman. Las imágenes de María no han sido iguales en XX siglos como podréis imaginar, ha habido una evolución que no dependía sólo de la técnica pictórica o escultórica sino también del tema que se quería desarrollar, de aquello que se buscaba destacar en ella: unas veces como mujer sufriente (laPiedad), otras como Madre de Dios (Theotokos en griego), otras como mujer que nos señala el camino (Hodigitria en griego), otras veces se la ha representado en distintas escenas de su vida (Anunciación, Nacimiento de Jesucristo en Belén, Huída a Egipto, Bodas de Caná, dormición de María, etc.), e incluso otras se ha buscado resaltar más la obra de Dios en su vida: es “la María del Magníficat”, laque da gracias a Dios por saberse afortunada y bendecida especialmente por él, la Asunción de María a los cielos, una María gloriosa como ciertamente la creemos.

Creo que esta última es la forma que más se destaca últimamente en las presentaciones modernas de María que nos ofrece el arte. Y aun presentándonos un mensaje cierto sobre María, su beatitud, su ser la Bienaventurada de Dios, me pareceque no siempre se ha acertado en la plasmación. Por querer resaltar tanto su asimilación a Dios, su colaboración con sus planes al convertirse en el vientre fecundo que nos trajo al redentor, se ha olvidado demasiado su humanidad. Se la ha presentado con expresiones tan perfectas que no nos parecen reales, tan logradas que más bien son artificiales y que difícilmente transmiten a la mujer judíadel siglo I que por obra del Espíritu Santo, por obra de Dios, es la llena de gracia, la “feliz entre todas las mujeres” del evangelio. Por querer representarla como la mujer perfecta, esto es, completa, feliz, salvada, llena de Dios… muchas veces se ofrece de María una imagen con un rostro bobalicón, insulso o inexpresivo. Nada más lejos de la realidad de esta madre humana de Dios. Del mismo modopreferimos no entrar a analizar las posturas de las manos (siempre unidas en oración) y los rosarios que sorprendentemente cuelgan de ellas: ¡como si María se rezara a sí misma en lugar de a Dios!
• LO QUE SÍ PODEMOS SABER DE MIRYAM, QUE ASÍ SE LLAMABA[1]

El Evangelio atestigua que María es la Madre de Jesús. Fue elegida por Dios para ser Madre de su Hijo. De ahí que la Iglesia la reconozcacomo Madre de Dios y como Madre nuestra. Sin embargo, el artículo del Credo “se encarnó de María, la Virgen” plantea grandes dificultades a muchos cristianos. Estas dificultades no se refieren únicamente a la virginidad de María, muy poco comprensible para muchos, cuando no del todo incomprensible, sino que, yendo más a la raíz, se refieren a la cuestión de por qué María tiene que aparecer en el...