Tarea
Cuando ejecutamos cualquier movimiento, desde soplar una vela hasta agarrar un tenedor o golpear un balón, se activa una zonaconcreta de la corteza cerebral relacionada con la ejecución de las acciones voluntarias. Lo sorprendente es que, usando las técnicas de neuroimagen, el neurocientífico Friedemann Pulvermüller,de la Universidad de Cambridge, comprobó que esta parte del cerebro también se "enciende" cuando una persona escucha de forma pasiva o lee en silencio en una novela ciertos verbos que hacenreferencia a movimientos (soplar, saltar, lanzar…). Sus resultados se publicaron en la revista Neuron, y dan una pista interesante a los escritores acerca de cómo conseguir hacer que una novelamerezca el calificativo de “trepidante”
¿Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos?
¿Por qué no nos reímos al intentar hacernos cosquillas a nosotros mismos? Es lapregunta que se hicieron hace unos años Sarah-Jayne Blakemore y sus colegas del Instituto de Neurología del University College de Londres. Para dar con la respuesta, estudiaron con un escáner elcerebro de 16 personas mientras trataban de hacerse cosquillas a sí mismas en las palmas de las manos. Y más tarde repitieron el experimento haciendo que otro sujetos les hiciera cosquillas.
Asícomprobaron que las áreas que responden al tacto y al placer se activaron mucho menos cuando se las hacía uno mismo, según exponían en la revista NeuroReport. Y llegaron a la conclusión de quela estimulación táctil auto-generada se atenúa porque internamente el sistema sensorial predice las sensaciones que van a producirnos nuestros movimientos en el mismo momento en que el sistemamotor da la orden de ejecutarlos. Y si no hay “sorpresa”, añaden los autores, tampoco hay cosquillas.
NOTICIENCIAS
HECHO POR: María José Neira Botero
PRESENTADO A: Natalia Tovar
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