Terapia no farmacológica en artrosis
Dentro de los diferentes tipos de tratamientos que pueden emplearse en la intervención sobre la artrosis de rodilla, el ejercicio físico parece el que menosefectos secundarios o secuelas produce.
La artrosis sintomática de rodilla (definida como dolor en la mayoría de los días, además de evidencias de la enfermedad en unaradiografía de la rodilla afectada) tiene una prevalencia del 11% en los individuos mayores de 65 años.
Los síntomas más característicos de la artrosis son el dolor y laincapacidad física, cuya combinación reduce la calidad de vida de los afectados. El dolor en la articulación afectada es el síntoma más común, y contribuye a descensossignificativos en la capacidad funcional de la persona. La causa anatómica no está clara y es probable que varíe entre individuos; estudios recientes confirman la heterogeneidad deldolor artrósico según localización, severidad, etc. Incidir sobre los factores de riesgo podría reducir los síntomas y la discapacidad asociados a la artrosis. Muchosautores contemplan el sobrepeso y la obesidad como factores de riesgo, y algunos estudios apuntan a que la reducción de los síntomas se correlaciona en mayor medida con lareducción de la masa grasa que con la reducción del peso corporal total. También está la debilidad del cuádriceps, que es la variable que por sí sola predice en mayor medida lalimitación funcional de la extremidad inferior, más aunque el dolor, que puede ser un factor de riesgo para la artrosis de rodilla.
El cartílago hialino es demasiadodelgado para ser la única estructura absorbente de los choques de la articulación. El hueso subcondral y los músculos periarticulares son mecanismos adicionales de protección.
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