Teresa, Principio Y Fin.

Teresa, a sus 23 años, estaba esperando un bebé. Por supuesto, casada con Harold, el amor de su vida. Se conocieron en el colegio, como era de esperar. Ella era la típica chica tímida que regaba las flores del patio de la escuela cada viernes por la noche. Él era el defensa del equipo de futbol.
Varios años después de conocerse y estar juntos, se casaron en una hermosa playa, con un gran buffety bailes exóticos. Su luna de miel fue estupenda, estaban felices de estar uno con el otro, así que decidieron rápidamente formar una familia. Teresa amaba las flores, sobre todo los narcisos, su flor favorita. La mala noticia: era alérgica a los narcisos.
Pasaron 3 meses, fueron a una revisión más para ver cómo había crecido el bebé, querían saber rápidamente si era niño o niña, si lellamarían Luz o si sería “Harold Jr.”. Estaban felices y ansiosos, llegaron a la sala de espera, y Teresa empezó a estornudar muy gravemente. Cada vez era más fuerte, dolía el pecho de tan solo oírla. Teresa no había notado, ni siquiera el observador de Harold, que a menos de un metro, se encontraba una mesa de caoba, en la que se encontraba un portafotos, a un lado de él un florero, pero no eran florescualquieras, eran narcisos.
Llevaron a Teresa a emergencias, inflamada como un globo a punto de estallar. Harold le sostenía la mano, con los ojos casi llorosos, con la frente fruncida, y le susurraba al oído: “todo estará bien, ya verás, todo estará bien. No es la única vez que ha pasado, estarás bien. Sigues estando hermosa”. Unos minutos más tarde, llega un doctor y su asistente.
-Hola, yosoy el doctor Francis, y ella es Gladis, mi asistente. No teman, parece dermatitis, pero solo es una alergia. Tengo por entendido que la causa fue una de las flores en la sala de espera. Ya no habrá ninguna, no se preocupen, ya le hemos colocado un antihistamínico para reducir la inflamación. Sin embargo, el expediente dice que estaban esperando un bebé, así que tendremos que realizar unultrasonido de emergencia.
La ayudante estaba al pendiente, ayudando con las cremas, la máquina. Ella debía trabajar profesionalmente, y aun así se veía preocupada, más de lo que debería estarlo. Harold la observaba seriamente mientras esperaba unos metros atrás. El doctor empezó a revisar.
-A ver, que tenemos aquí. Mmm… Como esperaba.
El doctor dejó las cosas, apagó la máquina, y se talló la frentecon una toalla. Miró por la ventana, y le dijo a la asistente que se retirara.
-Temo que tengo malas noticias. El bebé fue dañado por las convulsiones de los estornudos. Ya no se puede desarrollar más. Lo lamento mucho, sé que era su primero. Si quieren volver a intentarlo un día, seguiré por aquí. En serio, lo lamento mucho. Los dejo para que platiquen sobre ello.
El doctor salió, mientras queTeresa volteaba hacia adelante, con la mirada perdida. No hizo ninguna mueca, solo empezaron a salir lágrimas, las más pesadas que había derramado.
Harold le hablaba, la intentaba consolar mientras la abrazaba, pero ella estaba inmóvil.
Regresaron a casa, todo estaba tan vacío. El cuarto que estaban decorando, ahora se veía como un sueño muy lejano y absurdo. Ninguno de los dos habló desde quecruzaron la puerta. Solo silencios incómodos, y algunos sollozos de parte de los dos. Ella vomitaba en el baño, él rompía cosas en el patio.
Pasaron 2 semanas, y todo se veía tan gris. Teresa seguía en depresión, y Harold no podía desempeñarse ni al 50% en el trabajo. Lo despidieron. Un día, ella descubrió, revisando entre los cajones del buró, una libreta. Nunca la había visto, así que decidióabrirla en una página al azar. Harold contaba que amaba a Teresa, y que temía que las cosas terminaran. Teresa sabía que había una gran incomodidad, pero se dio cuenta que no era por eso. Harold tenía cáncer.
Harold llegó del trabajo, y notó que Teresa se sentó frente al televisor, tomando café. Hacía mucho tiempo que ella no se sentaba frente al televisor. Ni siquiera tomaba café desde la...