Thomas Alva Edison Inventor EE
Pocas veces nos es dado presenciar el espectáculo de una vida consagrada por entero al bienestar de sus semejantes, con una voluntad, pasión y capacidadde trabajo tan sostenidas, que asombren y sirvan de ejemplo permanente a todos los niños y jóvenes del mundo.Tal es el caso de Tomás Alva Edison, otro obrero de la inteligencia, que patentó milnoventa y nueve inventos en el término de su vida. No fueron fáciles sus comienzos, ya que tuvo que luchar intensamente con la pobreza y la incomprensión de los que le rodeaban.
Nacido en Milán, Estado deOhio, el 11 de febrero de 1847, su espíritu curioso e investigador se revela desde la infancia, a través de las múltiples preguntas que dirigía a sus padres, maestros y amigos. Su vocación por losexperimentos se manifiesta a los seis años de manera muy original: observó cómo una gansa empollaba, e intentando hacer lo mismo, fue sorprendido en el gallinero de su casa sentado sobre un montón dehuevos.
Había organizado un humilde laboratorio químico y obtenía dinero para comprar el material de ensayo, vendiendo hortalizas de la casa; pero, como las entradas eran muy reducidas, obtuvo permiso desus padres para vender diarios y caramelos en los trenes de la línea Detroit-Port Huron. Así logró montar una pequeña imprenta en un vagón de equipajes que nunca se utilizaba y fundó su propioperiódico, el Weekly Herald, logrando una tirada de ochocientos ejemplares.Su labor periodística fue muy breve porque a raíz de un accidente causado por una botella con materia fosfórica, se incendió elvagón y Edison fue arrojado junto con la máquina de imprimir, tipos y elementos químicos.No se desanimó por aquel amargo trance sino que se lanzó de lleno a su carrera de grandes inventos, experimentandocon la telegrafía y la electricidad, desde un puesto de telegrafista que había obtenido.Era lector incansable. Con sus pequeños ahorros compraba libros para saciar su avidez de conocimientos y,...
Regístrate para leer el documento completo.