Tiempo con Dios

JUNIO 17

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¿MIEDO A QUÉ O A QUIÉN?

JESUCRISTO ES EL SEÑOR

«No  llamen  ustedes  conspiración  a  todo  lo  que  este  pueblo  llama  conspiración.  No  se  asusten  ni  
tengan  miedo  por  todo  lo  que  a  ellos  les  da  miedo.  Al  Señor  todopoderoso  es  a  quien  hay  que  tener  por  
santo;  a  él  es  a  quien  hay  que  temer;  hay  que tener  miedo  en  su  presencia.»  Isaías 8.13-14 DHH

Casi todos hemos conocido a alguien que
afirme no tener miedo de nada.
O al contrario, hemos conocido a alguien
que tiene miedo de todo.
Desde los fanfarrones que alardean de no
temerle ni a su padre, pasando por los
indiferentes hasta llegar a los miedosos de todo,
solemos tener una idea equivocada del miedo.
En filosofía algunostratan del numen y del
miedo misterioso sentido ante la presencia de
lo divino, pero es un miedo no fóbico, sin
presencia del terror ni espanto.
De ser personas de fe coincidiremos en un
miedo identificado, racional y comprensible,
un miedo a quien sí hay qué tenerle miedo, a
una y sola persona: Dios.
¿Es racional y de beneficio sentir miedo?
¡Por supuesto! No tenerle miedo a un perro
rabiososería insensato y estúpido, o a un
asaltante y asesino drogado…
Sentir miedo y hacer algo para huir de esa
situación sería sensato. Ignorar el miedo, resistir
la sensación, ahogarla, podría significar muerte.
En las palabras del profeta Isaías evocamos
las del Señor Jesús, quien al hablar del miedo
dijo a quién sí y a quién no temer: «No tengan
miedo de los que matan el cuerpo pero nopueden matar el alma; teman más bien al que
puede hacer perecer alma y cuerpo en el
infierno» (Mateo 10:28 DHH).
En términos generales La Biblia habla del
miedo y lo encuadra en dos aspectos: vida de
adoración a Dios, y miedo, sensación de terror,
angustia ante un peligro.
Temer a Dios (amor y adoración) se
expresa en una conducta de integridad,
devoción, compromiso y testimonio de quién
esJesús en la vida de uno.
En Isaías tenemos la advertencia de parte
de Dios mismo de porqué no temerle a nada ni
a nadie que no sea Dios: su soberanía sobre
toda la creación y sobre la historia.
Dios, el todopoderoso, tiene dominio
absoluto sobre la historia, la humanidad, los
malvados, la guerra, los conflictos, el universo,
el desarrollo, avance y conquista de imperios…
Nada escapa de sucontrol, de su mano, ni
de su dominio en toda la creación.
Verse en peligro de muerte física, como lo
vivieron los discípulos del Señor Jesús, o en
peligro de exterminio, como lo han sufrido
muchos países y etnias, ha ocurrido a lo largo
de la historia.
Sin embargo, específicamente con respecto
a los creyentes, al pueblo de Dios, su iglesia,

tener miedo se relaciona con toda claridad conDios y sólo a él y a nadie más se ha de temer.
Al diablo y su ejército de demonios no hay
que temerle jamás. Ellos podrán ganar una
batalla, pero la guerra jamás, pues están
derrotados para siempre, para la eternidad, y
jamás podrán revertir su derrota.
Como cristianos hemos de asumir e
integrar a nuestras vidas la enseñanza del Señor
Jesús en su totalidad, entre ellas la concerniente
almiedo.
Temerle al diablo no hay razón. Puede
llegar hasta quitarnos la vida, su límite.
Pero Dios, él puede quitarnos la vida y
arrojarnos al infierno, pues sólo él tiene poder
para juzgar y condenar, el diablo no.
Ni a los políticos, que le siguen al diablo
su naturaleza (robar, matar y destruir), ni a los
ideólogos ateos, ni a los intolerantes que se
expresan en desfiles omanifestaciones sociales
acusando a los cristianos de intolerantes,
cuando son ellos quienes ponen de manifiesta
su intolerancia ante quienes defienden la vida,
los valores y el estado de derecho… a nadie
hemos de temer, sino sólo a Dios.
Temerle, como vida devocional, llena de
pasión y adoración, nos lleva a vivir para él,
para mostrarle a él y al mundo a quién amar y
amamos, para quién vivimos, y...