Titiko

Ahora que terminó, y mal infortunadamente, el mundial Sub20 para Colombia hay que abordar el tema del entrenador del equipo de mayores, Hernán Darío Gómez. Tema que ya no es deportivo de por sí,sino que por los errores de Bolillo es ahora también un tema social.

En lo deportivo, la urgencia es grande. La selección tiene dos amistosos antes del primer partido de la eliminatoria contraBolivia en la Paz a mediados de octubre. Son dos meses en los que hay que encontrar una solución para un equipo que tiene gran potencial, está bien dirigido y tiene un su entrenador un eje que mantiene algrupo unido y motivado. Pero ya no es solo una decisión deportiva por los hechos que Bolillo ha reconocido sucedieron a la salida de un bar en Bogotá. Golpear a una mujer es inaceptable y no tienejustificación alguna. Y Hernán Darío Gómez, además de asumir su responsabilidad y pedir excusas, ya presentó su renuncia.

¿Qué hacer? No es tan sencillo como un voto del Comité Ejecutivo de laFederación aunque por ahí se puede solucionar la cosa a un costo altísimo para esa entidad. Cuando se llegue el momento de tomar una decisión en esas siete personas hay una responsabilidad mayor que solodecidir la suerte del técnico de la selección Colombia de mayores.

Lo fácil es aceptar la renuncia del técnico del equipo. Asunto terminado y se satisface el ansia de linchamiento de sectoresimportantes de la sociedad colombiana. Pero perdemos todos y no se saca nada positivo de este hecho. Hay una gran oportunidad que de este hecho salga algo bueno y del todos pierden pasemos al todosganan, como dice la pirinola de Mockus.

¿Cuál? En primera instancia la de atender al ser humano. Si Hernán Darío tiene un problema debe superarlo con ayuda. Y si como lo dicen los jugadores quierenutilizar este incidente para convertirse en adalides de la lucha contra la violencia de género pues la oportunidad está servida. ¿Una selección Colombia símbolo de esa lucha social contra la violencia...