Tizon
Al deambular por la ciudad, hago parte de ella y la brisa de la tarde me hace olvidar mucho de lo que observo en la aceras y por la ventanas de los edificios porque levantapartículas de polvo que me hacen cerrar los ojos. Errando por el centro sobre la carrera quinta, me detengo y dirijo mi mirada hacia el oriente; veo como la ciudad se va hundiendo, junto con losandenes, las casas, los edificios y los carros de farolas rojas encendidas. Los semáforos de luces inconstantes van apareciendo uno sobre el otro y en el fondo de la perspectiva, surge a lo lejos unaserie de pequeñasvhjvjh montañas azules que se enmarcan entre dos paredes cementadas de un parqueadero y un local comercial. Esa es la vista del horizonte desde la ciudad capital del gran valle del RíoCauca; un paisaje que se hace y que muchos adulan. En medio de las voces de los vendedores y de la música que sale y vibra a través de los locales y retumba en mis oídos, no advertí el momento exactoen el que los Farallones se vistieron de naranja, violeta, azul rosado y blanco. Tal vez el smog ayude a que esos estragos llenos de color sucedan o a que la noche aparezca.
La noche cae y con...
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