Todos vivimos en un gueto

TODOS VIVIMOS EN UN GUETO

En un mundo cada vez mas globalizado la inmigración es cada vez mas frecuente. Llegados a un punto en el que deja de ser un fenómeno novedoso, vemos viejas barreras quesiguen siendo difíciles de superar tanto por autóctonos como por inmigrantes. Son barreras que tienen el desconocimiento y el miedo como base, y que por el beneficio de todos habría que derribar.

Essustancial en el ser humano el recelo al foráneo, podemos comprobarlo echando un vistazo a nuestro alrededor o simplemente, echándonos un vistazo a nosotros mismos. Asumir la cultura propia como lamejor o la valida, acarrea la imposición de esta respecto a otras. En ese momento, en el que existe una imposición, entra en juega una palabra demasiado desgastada, integración.
Se exige alextranjero que se integre, que se adapte, incluso que acepte costumbres que van en contra de su propia cultura, de su esencia. Se exige una integración unidireccional, como si el llamado "primer mundo" por seruna potencia económica fuera una potencia social.
Cuando los cimientos de una sociedad son tan frágiles que son esencialmente machistas o colonialistas, hay mucho que aprender y poco que imponer.Enriquecerse de otros nos hará ser mejores y para eso, es necesaria la predisposición a conocer.

A menudo, el componente de inaccesibilidad que parecen llevar consigo los colectivos de inmigrantesresponde a generalizaciones tan habituales como injustas. Los guetos, teniendo una connotación negativa para muchos oriundos, pueden ser puntos de reunión terapéuticos para muchos extranjeros.
¿Acasono tenemos nosotros nuestros propios guetos sean llamados amigos o familia?
Todos necesitamos del grupo, especialmente cuando se nos saca de nuestra zona de confort. Hagamos pues que esos guetosdejen de ser guetos y transformémoslos en puntos de encuentro. Para ello, es clave la participación y esfuerzo por parte de todos, una integración bidireccional para una buena convivencia.

Gonzalo...