trabajo de etica

Utterson era un tranquilo y serio abogado. Todos los domingos por la tarde, él y su amigo, el Señor Enfield, andaban siempre por las calles de Londres. Un día, en una estrecha calle, ellospasaron por un viejo edificio al lado de un patio. El edificio tenía una vieja puerta sucia.El Señor Enfield paró. “¿Ves esa puerta?” Preguntó él al Señor Utterson. “Puedo contarte una historiamuy extraña sobre esto”.“Oh, siempre me interesan las historias extrañas,” dijo el Señor Utterson, mirando la puerta. “¡Por favor cuéntamelo!”“Bueno, una noche que era más tarde, yo estabavolviendo a casa y vi algo muy aterrador”, dijo el Señor Enfield. “Yo vi una pequeña niña corriendo cuesta debajo de una calle estrecha y un hombre caminando rápidamente en la calle principal.Desafortunadamente, los dos se chocaron entre ellos en la esquina y la niña se cayó al suelo. Entonces vino la parte aterradora. El hombre saltó repetidamente en el cuerpo de la niña mientras ellaestaba tirada gritando en el suelo.“¿Él saltó en el cuerpo de la niña?” Interrumpió el Señor Utterson.“Sí, ¡fue escandaloso! Bueno, yo corrí detrás del hombre, le cogí y le aparté de la niña”,el Señor Enfield continuó. “Él estaba bien vestido, pero había algo horrible sobre él y yo no le gusté inmediatamente. La familia de la niña y los vecinos escucharon sus gritos y vinieronrápidamente, y pronto había un grupo de gente alrededor de la niña. Afortunadamente, no había huesos rotos, pero la niña estaba allí de pie y miraba. Él no pidió disculpas a la niña o a suspadres.”“¡No puedo creerlo!” Exclamó el Señor Enfield. “Todos estaban muy enfadados y nosotros estábamos de acuerdo en castigar al hombre. Finalmente, alguien le dijo, “tú pareces ser de una buena familia. Túno quieres un escándalo, ¿verdad? Así que, paga a la familia de la niña cien libras y nosotros permitiremos que te vayas.” “El hombre miró todas las caras enfadadas en torno a él...