Trabajo practico diseño y estudios culturales - fadu

CÁTEDRA DEVALLE - FADU - UBA Diseño y estudios culturales

“Las conductas de consumo masivo como elemento constitutivo del diseño”.

Fundamentación
El objetivo de este trabajo consiste en argumentar y reflexionar sobre las conductas de consumo postmodernas, concibiéndolas como un elemento constitutivo del diseño; haciendo foco en la manera (cómo y cuándo) en la que el diseño se convirtió enun factor clave para el consumo y cómo el mercado en si mismo es objeto de diseño. Este argumento se desarrolla a partir del estudio del espacio del supermercado, como ejemplo en el que se evidencia claramente cómo ambos campos (ecómico/mercado y la actividad proyectual) se integran. Es en estos espacios, a los que la gente concurre en masa y específicamente para comprar, que se revela claramenteque el consumo en si mismo es objeto de las disciplinas proyectuales. No solo los diseñadores rigen su actividad por las de mandas del mercado, sino que una de las piezas a diseñar es el espacio de consumo, y por extensión, el consumo en si mismo. En este ámbito el consumidor es observado y analiza do por especialistas, que con la información relevada producen datos estadísticos y estrategias queson utilizadas para diseñar estos espacios, teniendo como meta principal un au mento en el nivel de consumo. Para la fundamentación bibliográfica se retomó el estudio sobre los cambios en el mercado y el consumo de bienes tras la crisis de 1929 desarrollados por Tomás Maldonado (“El diseño industrial reconsiderado”) y el concepto de campo y autonomía del mismo desarrollado por Pierre Bourdieu(“Algunas propiedades de los campos”). Además se desarrollan conceptos abordados en el texto de Abraham Moles (“Kitsch. El arte de la felicidad”) y citamos, para nuestra conclusión, el artículo “La marca de la bestia” de Juan Pablo Felnmann.

Desarrollo
Durante los primeros años de desarrollo del diseño la economía estaba dictaminada por un capitalismo competitivo que centraba su estrategia en laoptimización del proceso productivo (entendido como “un sistema de relaciones causales entre la organización del tra bajo y la configuración formal del producto”1) con el fin de disminuir los costos y así presentar al mercado un producto de alta calidad y larga duración. Este modelo fordista tuvo un rol fundamental en la prosperidad de los años 20, y fue en este marco que se abrieron las primerasgrandes tiendas de autoservicio. Estas iniciaron una revolución en el consu2

mo minorista que tuvo fuerte repercusión durante todo el siglo XX, transformando la relación entre el comprador y el vendedor de una manera que reducía al mínimo los costos de venta, ya que el cliente se servía a si mismo, reduciendo el personal necesario y maximizando los ingresos potenciales, ya que se recorrería latotalidad del inventario de la tienda al realizar su compra. A partir de la crisis de 1929 se produce un punto de inflexión en la economía, que pasó de estar regida por el capitalismo competitivo característico del fordismo, a estar gobernada por un capitalismo monopólico, “de una estrategia que apunta a la reducción del precio a otra que se basa en la promoción del producto” 2 en palabras de TomásMaldonado. Este cambio tuvo una repercusión decisiva en el campo del diseño y en el rol del diseñador. Si durante el fordismo la configuración formal del producto conformaba un sistema de relaciones causales con la organización científica del trabajo en la fábrica, a partir de ese momento, y con el advenimiento del styling, comienza un proceso por el cual la forma del pro ducto ya no está regidapor la relación con el sistema productivo, sino por la relación con el sistema de consumo. En este nuevo contexto el consumo en si mismo se convierte en un valor social, cambia la relación entre el hombre y las cosas, convirtiéndose en una relación que produce placer a partir del consumo de objetos. A. Moles, en su trabajo “El Kitsch. El arte de la felicidad”, ubica en estas circunstancias la...