trabjao
Costumbres
Central hidroeléctrica
Central hidroeléctrica.
EL PUMA Y LA ZORRA
Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando defrío al pie de una loma, cuando acertó a pasar una zorra describiendo piruetas en el aire para entrar en calor. Se detiene y le dirige la palabra.
—¡Oye, compadre!, yaque estamos friolentos vamos a calentarnos azotándonos mutuamente; pero eso sí, antes nos amarraremos los pies a fin de no encolerizarnos y hacernos daño.
Dicho yhecho. Le tocó primero al puma, que ató de pies y manos a la zorra y le arrimó unos cuántos zurriagazos hasta hacerla brincar.
—Le llegó su turno a la zorra, la que, asu vez, atrincó al puma y lo flageló despiadadamente. Dejándolo amarrado, huyó sin dar oídos a sus lamentos, pues lo suponía irritadísimo, y no sin razón,después de la manera cruel como lo había zurrado.
El puma, dolorido y maltratado, logró desasirse como pudo, jurado castigar ejemplarmente a la que había osado burlarse azotando sin compasión al rey de los animales. Caminaba en pos de la desvergonzada zorra, cuando a pocos pasos la apercibe profundamente dormida tras unasmatas de paja. Coge un manojo de briznas y se le pone a cosquillar el hocico a la muy taimada, que sacudía su poblada cola, exclamando ufana: “¡Chuspi (moscas), fuera, que estoy durmiendo después de haber azotado al puma!”. Y repetía: “¡Chuspi, fuera que estoy durmiendo después de haber zurrado al feroz puma!”. Con esto lo encolerizaba más, recordándole su afrenta; así que cogiéndola por el rabo y sin darle tiempo para encomendar su alma, la aventó barranca abajo, donde se hizo polvo
Regístrate para leer el documento completo.