Un cuento por fotografía

Madii Maas
25/10/2013
Abandonada
¡SOCORRO! ¡SOCORRO! ¡SOCORRO! No sé qué hacer, estoy atrapada en una isla sin nada; ni comida, ni agua, ni ropa, ni animal para hacerme compañía; todo lo quetengo es el silencio. Temo por mi vida. Yo sigo rezando y esperando un milagro, pero en realidad sé que no va a suceder, y voy a estar aquí por el resto de mi vida. A veces pienso que estoy loca, peroluego me doy cuenta de que probablemente es sólo la deshidratación y el hambre asumiendo mi cerebro. Hace una semana, mis padres y yo decidimos ir de vacaciones a la Isla de Galera. La isla de Galeraestá en el Golfo de Panamá, aproximadamente 80 millas desde la costa de Colombia, donde vivimos. La isla es un de los lugares más tranquilo y relajante en todo el mundo. Los últimos cinco días eranincreíbles, nosotros habíamos disfrutado del sol y perecía que estábamos en el paraíso, cuando todo llegó a su fin.
Desafortunadamente, mi mundo fue tirado al revés hace cinco días dentro de nuestrosvacaciones de una semana. Cada mañana, mis padres fueron a nadar en el océano. Pero este día era diferente. Ellos estaban en el océano, gritando por sus vidas. Los gritos me despertaron, me levantéasustado y corrí hacia fuera para ver lo que estaba pasando. Cuando me realicé de lo que estaba sucediendo, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y mis rodillas empezaron a debilitarse. Mis padresfueron devorados por los tiburones, mientras gritaban aterrorizados por ayuda, se podía ver el dolor en sus caras, como los tiburones se los comieron sin dudarlo. Durante todo, el sol comenzó a escondersedetrás de las nubes. En un pánico, luché con qué hacer. Físicamente no había nada que pudiera hacer, nadie a quien llamar, nadie de quien pudo depender para ayuda, consideré saltar hacia el océanopara ayudar o no. Mientras lo contemplaba, me di cuenta de que si salto, las posibilidades de volver viva no eran probables. Aunque mis padres estaban muriendo, sabía en mi corazón que habrían...