Un Viaje Inolvidable

Ese día, desde muy temprano había estado lloviendo sin cesar en Morelia, recuerdo que ya eran tres días producto del fenómeno meteorológico que se daba en el pacífico, América le había dicho a Joel“, dile a Saulo que posponga el viaje un día más, el tiempo está muy mal y me quedaría muy preocupada” pero la verdad había mucha impaciencia por partir, ese viaje lo habíamos planeado con mucho tiempode anticipación; queríamos revivir los años idos de nuestra primera infancia y en ese momento eso éramos: unos auténticos niños impacientes. Recordaba estas palabras de la hermana mayor de mi amigoJoel, ahora varados a mitad de la autopista “ Arco Norte”, rumbo a Tehuacán Puebla. Lo cierto que esa carretera era nueva y carecía de servicios. Uno de los neumáticos era la causa, se había hechopedazos y para colmo la llanta de repuesto tenía poco aíre, seguía lloviendo y de momento con intensidad. Por suerte descubrimos un teléfono de emergencia situado a la orilla de la autopista para esotuvimos que desandar más de un kilómetro, la lluvia y el aire nos azotaba en pleno rostro que nos impedía ir más aprisa. Con nuestras chamarras que no cubrían gran cosa y un paraguas que a cada ratose volteaba, por la fuerza del viento, creando aún más resistencia a nuestro caminar, Joel iba por delante, debo decir que Joel mide, más o menos, uno ochenta con un peso de cerca de cien kilos y yo ,con uno sesenta y cinco kilos, me imaginaba las películas mudas de “el gordo y el flaco” nuestras esposas que se habían quedado en el auto un tanto preocupadas, debieron haberse recreado conaquella escena tan peculiar del cine mudo de los años veinte. Por fin llegamos al teléfono de emergencia indicando nuestro problema; las instrucciones que recibimos fue, que regresáramos a nuestro vehículoy en media hora nos prestarían la asistencia requerida para el caso. Nuestro regreso al coche (un Ford fiesta, negro 2006) fue más rápido, Aurelia preocupada por Joel, no acostumbrado a caminar...