una historia para el 25 de mayo
Mariana estaba sentada a punto de tomar la leche cuando escuchó ruiditos… Era la abuela cuentacuentos, que estaba tomando unos mates calentitos en lacocina.
-Dale abue, dame uno.
A Mariana le encantaba matear con su abuela, porque mientras tanto, ella le contaba hermosos cuentos.
-¿Qué me vas a contar hoy, abue?
La abuela sonrió con unasonrisa de sandía, sentó a upa a Mariana y con paciencia de cuentacuentos… ¡perdón! De cuenta historias, contó.
-¿Sabes Mariana? Te voy a contar la historia de algo que tengo muy bien guardadito, algoque para mi es casi un tesoro, como ese chupete que ya no usas, pero que querés tanto…
-¿Qué es abue? ¿Me lo mostrás?
-Es un recuerdo, cuando era chiquita como vos, mi abuela me lo regaló. ¿Sabesquien selo regalo a ella? ¡Su abuela!
- pero entonces… - dijo Mariana con ojos grandotes como uvas por el asombro- ¡es réquete viejo!
-Sí, es réquete viejo… Vamos a hacer una cosa: yo te lo traigoen una cajita y vos vas a tratar de adivinar qué es.
- No, no vale, decime vos.
- Solamente te voy a dar algunas pistas.
Y la abuela, casi en puntas de pie porque era petisa y no alcanzaba laparte alta del armario, bajó su tesoro y dijo con voz muy misteriosa:
-Lo usaban las damas si tenían calor, daba aire muy fresquito y se hacia chiquitito.
- ¡Ya se abue! ¡Un ventilador!
- ¡Pero no,Mariana! En esa época no había ventiladores, ni tele, ni video, ni radio- contestó la abuela riéndose mucho.
-¡Qué aburrido, abue!
- No te creas, como la gente no conocía todas esas cosas, sedivertía de otras maneras…
- Pero entonces, qué es, contame- pidió Mariana.
-Acá va la segunda ayudita:
Señoritas y señoras lo usaban en las reuniones en sus manos lo agitaban y con él seapantallaban.
-¡si! ¡Ya adiviné! Es un a… a… ¿Cómo se llama, abue?
-Abanico.
-¡Eso! ¡Abanico! ¡Como de mamá!
-¡Claro que sí! Sucede que algunas cosas que existían hace mucho tiempo se siguen usando...
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