Una Rosa Frente Al Mar
Alguien me recuerda, si bien cariñosamente, que no escribo artículos políticos desde hace algún tiempo. Tengo que darle la razón, como esobvio, pero apostillo:
-¿Pa qué quiés que escriba? ¿Para insistir en la corrupción, en la que tanto he insistido ya y de la que Gürtel sería ahora el paradigma? ¿Para explayarme en los entresijosdel Estatut o en la politización de uno de los Poderes del Estado que separó Montesquieu y volvió a unir Alfonso Guerra en santo matrimonio y de una forma hipostática? ¿Para abundar en eldespellejamiento del superjuez Baltasar Garzón, que tiene nombre de Mago, o para extenderme en su defensa numantina o ultramontana, que tanto monta? ¿Para expresar que la convivencia ha empeorado muchísimoúltimamente, tanto que ya se masca el odio visceral y el atavismo de las Españas? ¿Para poner de manifiesto una vez más el espeluznante envilecimiento de la cordura? ¿Para eso quieres que escriba?
-Pues sí,pica más o menos
-Pero esos son temas recurrentes en los medios de comunicación… ¿Es que no tienes bastante?
-No, porque los medios de comunicación son una prolongación de los partidos políticos.Donde unos atacan, otros defienden. Y al revés. Pocos hay que griten sin previopago y sin plenaconcordancia
-La voz de su amo viene de muy lejos, como decía aquella canción de Serrat
-Ya, pero ahora esuna voz desgañitada y superlativa. Tanto que parece voz y media. ¿No ves cuan gritan esos malditos?
-¿Te refieres a determinados periodistas y/o parlanchines de la radio y la televisión?
-A esos merefiero ¿No percibes que ponen más énfasis y más fundamentalismo que sus propios mentores? Un día se les revientan las venas
-¿Quieres decir que no hay ninguna objetividad, ninguna concesión alenemigo?
-Absolutamente ninguna. Lo que hay es una mentira sostenida y descarnada, a sabiendas de que lo es, por parte de los unos y de los otros
-¿Como una metáfora de la prevaricación?
-Pues mira,...
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