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La UPAV, fábrica de títulos, el súper negociazo de José Murat en Veracruz |
La UPAV, creación de Memo Zúñiga y José Murat, ex gobernador de OaxacaLuis VelázquezVeracruz, México., 06 de junio de 2012.-- Resulta inverosímil el crecimiento de la llamada Universidad Popular Autónoma de Veracruz, UPAV.A unos cuantos meses de su nacimiento, ya tiene, imagine usted, 55 licenciaturas, 26 maestrías, 12doctorados, 6 especialidades y 627 preparatorias incorporadas.Todavía más.Su nómina estudiantil llega a 60 mil alumnos, de los cuales, diez mil son foráneos, de otros estados federativos del país, y, claro, del extranjero.Pronto, ha dicho su rector, abrirán una filial, un campus quizá, en Los Ángeles, California.Y de ahí, estarán a un pasito de Hollywood para que los cientos, miles quizá, deactores que dejaron inconclusa la carrera profesional, pudieran, en sus ratitos de ocio, graduarse en la UPAV.¡Honor a y gloria a Guillermo Zúñiga, el rector del chocholeo!Tanto que cabildeó un premio al sexenio próspero en Río de Janeiro por haber tenido la visión educativa de aquí al año 2500 de crear la UPAV.IINi José Vasconcelos tuvo la mirada futurista de una UPAV.Bueno, en todo caso, hizobastante con lograr la impartición de clases debajo de los árboles, leyendo a los niños los clásicos, impresos, además, en papel revolución para acceso de todos.Si en el movimiento estudiantil de 1968 los jóvenes franceses inscribieron en las paredes de Nanterre la llegada de la imaginación al poder, ahora, en el sexenio próspero hemos llegado a la frontera con la fantasía.Hasta Tomás Moro soñando consus utopías quedaría asombrado con la UPAV.Y más, cuando su rector, dice: “ustedes nomás díganme qué carrera quieren… y la creamos”.¡Ahí, madre, ahí!IIIEn la historia política de Veracruz ningún gobernador ha creado una institución que perdure a través del tiempo y del espacio.La mayoría ha sucumbido con la llegada de nuevo jefe del Poder Ejecutivo que de un plumazo acaba con el trabajo delantecesor.El último testimonio es el siguiente: Adolfo Mota Hernández, secretario de Educación, borró de un plumazo los grandes programas pedagógicos de su antecesor, Víctor Arredondo Álvarez, que eran los mismos de Fidel Herrera.En todos los casos Motita argumentó su desfase, el gasto elevado, el bajo rendimiento, el resultado pésimo.Por eso, y de cara al sexenio inmediato, desde ahora necesitarán sentarlas bases jurídicas y políticas y sociales y educativas para que la UPAV sobreviva en los años futuros.IVEn la UPAV están regalando diplomas y títulos a diestra y siniestra.Se ha caído, incluso, en un populismo educativo ramplón, igual o peor que con Luis Echeverría Álvarez.Pero además se está engañando a los estudiantes y a los padres de familia.Un título con una calidad educativa bajo sospecha,cuestionable.Y más, cuando, el mundo lo sabe, sólo estudian el sábado en la mañana y en menos de tres años terminan la carrera.Por un lado, la familia alcanza la felicidad mirando el título del hijo colgado en la sala de la casa.Por el otro, el nuevo profesional condenado, de antemano, al desempleo, porque además de ofertarse carreras tradicionales, saturadas por completo en el mercado, alumnosde universidades prestigiadas son mano en la selección laboral.VEl fraude de la UPAV se extiende a otros territorios.Hacia Centroamérica, por ejemplo, donde igual que de norte a sur de Veracruz, de pronto, en una casita por ahí, habilitada como salón de clases, cuelgan un letrero en el frente anunciando la universidad popular.Pero además, y por lo pronto, en siete estados del país estáfuncionando.Y antes de que el gallo cante tres veces, estará abierto el campus en Los Ángeles.Se lucra con la educación de los jóvenes.Y más, cuando el rector busca cachar los 20 mil alumnos rechazados en la Universidad Veracruzana, simple y llanamente por falta de presupuesto para abrir espacios y plazas.Falta, claro, escribir sobre la capacidad y calidad del cuerpo magisterial de la UPAV, y por añadidura,...