uuhjhjhuio

Páginas: 156 (38799 palabras) Publicado: 26 de noviembre de 2014
1. F. Paul WilsonLa Fortaleza COMPAÑÍA EDITORIAL, S.A. MÉXICO
2. 1a. Edición, Abril de 1982 3a. Impresión, Febrero de 1983ISBN 968-13-1316-XDERECHOS RESERVADOS ©Titulo original: The KeepTraductor: Mauricio-José Schwarz HuertaCopyright ©, 1981: Paul WilsonEdición original en inglés publicada porWilliam Morrow and Company, New York, N. Y., U.S.A.Copyrigth ©, 1982, coedición: Provenemex — EditorialDiana, S.A. — Edivisión, Compañía Editorial, S. A. Roberto Gayol 1219, México 12, D. F.Impreso en México — Printed in México
3. Para Al Zuckerman
4. Reconocimientos El autor quisiera agradecer a Rado L. Lencek, profesor delenguas eslavas en la Universidad de Columbia, su pronta yentusiasta respuesta a una extraña petición de un desconocido. El autor desea también reconocer una deuda obvia aHowardPhillips Lovecraft, Robin Ervin Howard y Clark Ashton Smith.F. PAUL WILSONAbril, 1979-enero, 1981
5. PrólogoVARSOVIA, POLONIALunes, 28 de abril 1941.0815 horas. Hacía año y medio había otro nombre en la puerta, un nombrepolaco y, sin duda, el título del departamento o agencia en elgobierno polaco. Pero Polonia ya no pertenecía a los polacos y elnombre había sido bruscamente borrado con densosy pesados trazosde pintura negra. Erich Kaempffer se detuvo ante la puerta y trató derecordar el nombre. No era que le importara. Simplemente se tratabade un ejercicio de memoria. Una placa de caoba cubría la manchaahora, pero alrededor de las orillas se veían algunos trazos negros.Decía: SS-OBERFUHRER W. HOSSBACH RSHA-DIVISIÓN DE RAZA Y REUBICACIÓN Distrito de Varsovia Se detuvo para recuperar lacompostura. ¿Qué quería Hossbachde él? ¿Por qué la cita tan temprano en la mañana? Estaba enojadoconsigo mismo por dejar que esto lo preocupara, pero nadie en la SS,sin importar cuan segura fuera su posición, ni siquiera un oficial quehubiera ascendido tan rápidamente como él, podía ser llamado parareportarse "inmediatamente" a la oficina de un superior, sinexperimentar un espasmo de aprensión.Kaempffer respiró profundamente por última vez, ocultó suansiedad y cruzó la puerta empujándola. El cabo que actuaba comosecretario del general Hossbach se puso en posición de firmes. Elhombre era nuevo y Kaempffer se dio cuenta de que el soldado no loreconoció. Era comprensible, pues él había estado en Auschwitzdurante el último año. —Sturmbannführer Kaempffer —fue todo lo que dijo,permitiendo queel muchacho entendiera por sí solo. El cabo giró y sedirigió a la oficina interior. Regresó de inmediato. —Oberführer Hossbach lo verá ahora, herr mayor. Kaempffer pasó junto al cabo y entró a la oficina de Hossbach
6. para encontrarlo sentado en la orilla de su escritorio. —¡Ah, Erich! ¡Buenos días! —saludó Hossbach con unajovialidad que no era característica en él—. ¿Café? —No, gracias,Wilhelm —respondió. Había deseado una tazahasta ese mismo momento, pero la sonrisa de Hossbach lo puso enguardia de inmediato. Ahora existía un nudo en donde antes hubo unestómago vacío. —Muy bien, entonces. Pero quítate el abrigo y ponte cómodo. El calendario indicaba el mes de abril, pero todavía hacía frío enVarsovia. Kaempffer llevaba su largo abrigo de la SS. Se lo quitólentamente y lo colgó congran cuidado, junto con su gorra de oficial,en el perchero de la pared, forzando a Hossbach a mirarlo y, quizá, apensar en sus diferencias físicas. Hossbach era corpulento, estabaperdiendo el cabello y tenía escasos cincuenta años. Kaempffer erauna década más joven, con una constitución musculosa y una cabezacubierta de un rubio cabello infantil. Y Erich Kaempffer llevaba uncamino ascendente. —Porcierto, felicidades por tu ascenso y tu nueva misión. Laposición de Ploiesti es algo impresionante. —Sí —convino Kaempffer manteniendo un tono neutral—. Sóloespero responder a la confianza que me tiene Berlín. —Estoy seguro de que lo harás. Kaempffer sabía que los buenos deseos de Hossbach eran tanhuecos como las promesas de reubicación que le hacía a los judíospolacos. Hossbach había querido...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS