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1. El fin genérico de la educación

Vamos a considerar seguidamente algunas cuestiones relacionadas con el fin propio de la educación. Educar es una actividad específicamente humana y, como todo proceso consciente, se ordena a un fin que se desea conseguir, que pone en marcha los dinamismos intelectuales, emocionales, técnicos, etc., implicados en la acción educativa.

Se puede sostener, entérminos generales, que el fin propio de la tarea educativa es la formación de «la persona educada». Dicho de otro modo, se trata de ayudar a cada persona para que logre la mayor perfección posible, para que llegue a su plenitud. En inglés se emplea una expresión muy sugestiva para referirse a ese fin genérico de la educación -aunque puede resultar un tanto extraña al traducirla literalmente alcastellano- pues se afirma que se trata de favorecer el human flourishing. El ideal de persona educada que cada uno se forje dependerá de lo que se considere la excelencia humana, de aquello que se piensa que perfecciona máximamente al hombre: lo que debe llegar a ser. No sólo lo que podría llegar a ser en el sentido de una bella utopía, sino de la meta que, parafraseando a los clásicos, seríaindigno del hombre no proponerse alcanzar.

Sin embargo, si no se precisa más, estas expresiones resultan excesivamente genéricas y por lo tanto, no significan gran cosa. Como los seres humanos no vivimos en el vacío sino en un tiempo y un contexto sociocultural concretos, es necesario determinar qué se entiende por «una persona educada» aquí y ahora; en nuestro caso, en la cultura occidental ainicios del siglo XXI.

Para poder concretar el fin genérico de la educación es necesario analizar previamente qué idea se tiene acerca de lo que significa ser y crecer como persona, de los valores que esto implica, y el modelo de sociedad que se debe promover para que el ser humano pueda desarrollar su existencia con dignidad. Porque todo proyecto educativo está determinado por el ideal de hombreque se quiere formar y el tipo de sociedad que se aspira a construir. Por eso, concretar el fin de la educación requiere determinar simultáneamente -como se apunta en el Nuffield Review 14-19 Education and Training-, el tipo de conocimientos que deben poseer y cultivar las personas; cuáles son las grandes cuestiones a las que se les quiere enfrentar; los ideales y compromisos que convieneinvitarles a asumir; las cualidades y virtudes -en el orden intelectual y el moral- que deben poseer; las habilidades sociales se van a desarrollar para que puedan participar responsablemente en la vida adulta; y el tipo de intereses que se les va a animar a cultivar para hacer su vida cada vez más digna, etc. Por lo tanto, aunque se admita que el fin genérico de la educación es el perfeccionamientohumano, éste se concreta de maneras muy diferentes según cómo se entienda el «ideal de humanidad».

Sucede algo semejante cuando, por ejemplo, se aborda la cuestión del fin natural de la vida humana. Todo ser humano desea ser feliz y ésta constituye su máxima aspiración. Pero, evidentemente, no todos buscamos la felicidad del mismo modo y tampoco nos hacen felices las mismas cosas. En términosfilosóficos esto se expresa diciendo que la felicidad es el fin formal común a toda vida humana, pero el contenido material de la felicidad varía según las personas, y no coincide necesariamente lo que hace felices a unos y a otros. Sin embargo, a pesar de esas diferencias, se comprueba que hay realidades y situaciones que hacen felices a todos los seres humanos -por ejemplo, el amor correspondido-; yotras que, por el contrario, les hacen necesariamente desgraciados -como la traición, la soledad, la calumnia, etc.-. Este fenómeno se explica porque, a pesar de las múltiples peculiaridades individuales que caracterizan a cada ser humano y lo distinguen de los demás, todos participamos de la misma naturaleza, que tiene -aunque sean pocas en número- unas propiedades y tendencias comunes a...