Valle Inclan-Esperpento
Trasfinalizar el Bachillerato, Ramón Valle Peña se había matriculado, a instancias paternas, en la Universidad de Santiago de Compostela para cursar Derecho. A la muerte de su padre, se había visto liberado de unos estudios que no le interesaban en absoluto y, después de una breve estancia en Madrid, se embarcó con rumbo a México. En esa primera estancia mexicana, que se prolongará desde marzo de 1892 hastaprincipios de 1893, se afirmará la vocación literaria del joven escritor. Allí se dedicará a malvivir de la prensa, a través de colaboraciones periodísticas de desigual valor que, no obstante, le permitirán ejercitar su estilo. Allí se nutrirá de las nuevas corrientes estéticas, asentadas en Latinoamérica a partir la publicación de Azul (1888), de Rubén Darío. Y allí, como prueba palpable de unapersonalidad literaria que empezaba a definirse, firmará por primera vez sus escritos con el nombre de Ramón del Valle-Inclán.
A su vuelta de México, Valle-Inclán se instala en Pontevedra, donde escribe algunos cuentos que se publican en revistas literarias. En 1895 sale a la luz su primer libro, Femeninas, que pasa prácticamente desapercibido para la crítica y del que apenas se venden unospocos ejemplares. El libro presenta seis historias protagonizadas por mujeres y en él son visibles las huellas del Modernismo literario: el erotismo complaciente que recorre todas las narraciones; unas protagonistas sensuales y seductoras cuyos amantes son nobles, artistas o bohemios; la elaborada descripción de interiores señoriales o de espacios exóticos; el empleo del simbolismo religioso opagano asociado a la sensualidad; el uso de referentes artísticos, particularmente pictóricos, para ambientar la narración; la inclusión de elementos mágicos o misteriosos; y, finalmente, el recurso a una lengua literaria que pretende, ante todo, provocar sensaciones y distinguirse por su novedad.
Un año más tarde, el escritor se traslada a Madrid, donde frecuenta la compañía de jóvenesartistas como Azorín, Benavente o los hermanos Baroja. En la capital, tendrá la oportunidad de acudir a las tertulias de café -una afición que habría de perdurar a lo largo de toda su vida- y conocerá las penurias de una bohemia autoimpuesta. En efecto, a partir de estas fechas Valle-Inclán tomará una decisión que habrá de condicionar su futura trayectoria: dedicarse de forma exclusiva a la...
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