Versión Cuento Caperucita Roja: Púrpura Es Su Caperuza"

Versión del Cuento: Caperucita Roja.
Púrpura es su caperuza.

Recuerdo el día en que conocí a aquella triste y hermosa chica que encontré en el bar del bosque, cercano a mi cueva. Vestía un abrigo de piel con una blusa a cuadros, una falda púrpura que combinaba de una forma espectacular con sus tacones altos y un collar de plata que descendía desde su cuello hasta sus bellos, protuberantes yredondos senos.
Me acerqué a ella con delicadeza arreglando en la vía mi chaqueta de cuero, el cuello de tortuga y mi camiseta, comprobé mi aliento y olor, ya que la gran cantidad de pelo que tengo me hace sentir a veces incómodo. Cuando arribé a la barra pedí dos cervezas y le invité una a ella para iniciar la conversación, ella dijo:
-¡Oh gracias, en verdad necesito una.
Le piqué un ojo conternura y sentí su mirada profunda, me gustaron sus labios y el color de sus ojos, así que le dije:
-Me gusta cómo te ves, eres muy sexy.
Ella respondió: Gracias, que gran cumplido, a mí también agrada cómo luces.
Duramos alrededor de dos horas hablando, me mencionó la casa de su abuelita en la villa rodeada de pinos que la cruzaba un río, y también la casa de la esquina donde ella vivía con suspadres.
Me dijo: Sabes, a mí ya casi no me gusta ir a la casa porque cada vez que llego me dan cantaleta y eso me aburre.
Te entiendo le respondí, a mí también me sucedió cuando vivía con los míos, si jugaba con mis amigos y me ensuciaba, me regañaban, cuando tuve la oportunidad me fugué.
¿En serio? ¿Y no los extrañas?, preguntó.
-Claro a veces recuerdo aquellos momentos, pero, las peleas delpasado los desaparecen, así que los he ido olvidando para no ponerme sentimental.
-Ya veo…lobo, ya está tarde ¿podrías acompañarme a la casa de mi abuela? Hoy no quiero llegar a la mía ya que estoy un poco ebria.
-A listo, puedo acompañarte – le dije.
Al salir le indiqué que se subiera a mi moto, porque le quería enseñar algo.
Ella lo hizo sin refutar.
Cuando llegamos al lugar, le mostré unagran montaña que se alzaba ante nosotros, allí la dirigí hacia el camino que conducía a mi lugar favorito.
-Pero…, ¿qué es esto?, preguntó.
-Éste es el lugar donde me gusta venir a pensar y a observar el atardecer, pero hoy quiero mostrarte algo muy bello –respondí.
-Y…¿Qué sería?.
La ayudé a subir a lo alto de la montaña y allí le dije: Esto era lo que te quería mostrar.
Ante nosotros estabala luna llena más grande y hermosa que alguna vez habíamos visto, muy alegre y con una gran sonrisa dijo:
-¡Qué luna tan preciosa!, gracias por el detalle, muchas veces la había visto pero no de esta manera, te lo agradezco.
Por primera vez en toda la noche pude deleitarme con su espléndida sonrisa, la cual me llenó el alma y el corazón de felicidad, no paraba de menear la cola, a veces mesentía ansioso, otras muy tímido.
De repente me dijo: Lobo, hace un poco de frío aquí…¿verdad?.
-Sí claro un poco, ya que estamos en la cima de la montaña, pero …¿Quieres bajar ya?.
-No todavía no - dijo mientras sacaba de debajo de su abrigo de piel una caperuza púrpura, se cubrió la cabeza con ella y dijo:
-Mira, por esto la mayoría me conoce, siempre la llevo conmigo, mi abuela la tejió para míen navidad cuando estaba en Irak.
-¿Y eso?¿Cómo que tu abuela estuvo allá?.
-Disculpa, se me había olvidado decirte que ella es general pero ya retirada.
-Y…¿En qué se desempeñaba ella?
-Era médica de guerra y estuvo alejada de nosotros por dos años mientras salían los papeles del retiro.
Luego de un rato de charla la ayudé a descender hasta donde habíamos dejado la moto, la llevé a la casade su abuela y esperé a que le abriera, me despedí y regresé a mi morada.
Al siguiente día cuando iba de camino al trabajo, me encontré con ella en el café, aún recordaba su nombre: María, la saludé y le pregunté:
-María…¿ quieres desayunar conmigo?
Ella me respondió que ya había desayunado en casa de su abuela.
Y yo seguí: Pero ¿me aceptarías una invitación a cenar?
-Claro ¿a qué hora...