Via Matris

VIA DOLOROSA
Con que el alma puede acompañar a María, descansando las estaciones.
Contiene 14 estaciones semejantes a las del vía crucis, para acompañar a la santísima virgen en su soledad, al regreso del calvario.
Se rezara comenzando por la XIV Estación del “Vía Crucis”, recorriendo una a una, hasta terminar en el lugar donde condenan a Jesús, su Hijo amado.
ACTO DE CONTRICCIÓN.
¡Madredel alma, que muerto ya el que era tu vida y después de haberlo dejado en el sepulcro te despediste de la ensangrentada cruz, teniendo que arrancarte de aquel sitio, teatro de tus crueles dolores!...yo fui la causa de tus tormentos, y mis pecados fueron las espadas que te atravesaron tu inmaculado pecho; yo el verdugo que mató a Jesús y clavó la lanza en tu corazón de amor; yo. Madre mía, que nomerezco llamarme hijo tuyo!...
Pero me pesa ¡oh sí!... millones de veces me pesa, y quiero decirte en medio de sollozos y de mis lágrimas, que me arrepiento de mis pecados, causa de la muerte de mi salvador; que quiero enjugar tus lagrimas con mi corazón contricto , que te ofrezco, ayudado de Ti, una verdadera enmienda. Amén.
Al principio de cada estación se dirá:
Adorámoste Cristo, y bienbendecimoste; que por tu santa cruz, pasión y muerte, redimiste al mundo.
Virgen de los dolores,
Para mi eterna calma,
Se responde:
¡Permíteme llorar cuando tú llores y no partes tus ojos de mi alma!
Al fin de cada estación, se dirá:
María Madre mía;
Amargo mar del tormento
Ruega por mí en mi agonía;
Y haz que en el último aliento
Alma y voz digan: ¡María!

¡Madre mía, pequé!Por tu matrimonio de soledad, ten piedad de mí y alcánzame de Jesús, con sus perdones, una santa muerte. Me pesa en el alma haber traspasado su corazón y el tuyo.
PRIMERA ESTACION
María en el santo sepulcro
Expresando mi rostro dolor maternal, y surcado de ardientes lagrimas, cargué ya sin vida al que es la vida;…le mire por ultima vez… y cuando giró la piedra que cerraba la entrada delsepulcro, dejé ahí el cuerpo santísimo de Jesús y mi alma toda. ¡Oh hijo mío! Haciendo el esfuerzo más heroico de mi vida, me separé del que, más amaba!...
Había concluido mi misión, y casi no atinaba yo a TERCERA comprender por qué no concluyó ahí también mi vida…Esto fue hijo mío, por que me quedabas en la tierra tú, que ibas a ocupar el puesto de Jesús en mí corazón,… por que me faltaba apurar elmas terrible de martirios , el de la SOLEDAD, para comprarte gracias. ¿Cómo había de morir, si ya era la Madre de los pecadores?...Mas ¿cómo seguir viviendo, si ahí dejaba el corazón?...Solo Dios… sólo la fortaleza del espíritu santo me confortaba, sólo la voluntad divina me detenía.
¡Madre del alma, dolorosa virgen!
¿Qué puedo decirte en tu dolor?... ¿con qué pureza de corazón podría enjuagarlas lagrimas de tus ojos, si yo soy un pecador? ¡Ay, Virgen santa! Solo humillado a tus pies, te podría hablar mi llanto. Impulsado por mi amor de hijo…Voy a seguir tus pasos de regreso del calvario; voy a recoger tus suspiros, siendo tu compañero en el dolor.
El profeta clamaba que, “oyendo tus gemidos, no habría quien te consolara”; pero eso seria entonces, por que hoy, madre del alma, aquíestoy yo que tanto te amo y que me muero por enjuagar tus lágrimas.
María, Madre mía apóyate en mí y volvamos del calvario, a que tome algún aliento en mi pobre corazón.
Madre mía, etc., etc.

SEGUNDA ESTACION
María es la piedra de la unción.
Sin lagrimas, hijo, porque todas las había derramado ya; sin aliento, y vibrando en mi pecho el dolor más agudo que rompía las fibras de mi alma,pasé del santo sepulcro a contemplar la piedra de la unción en donde tuve en mi regazo a Jesús ya muerto.
Mira, hijo mio, al bajarle de la cruz, no serró Jesús los brazos, para indicar que, aun después de muerto, te espera para estrecharte contra su herido pecho y así lo tuve,… le ungí con aromas, besada una a una todas sus llagas, le arranque con toda la ternura de mi alma la corona de...