Voces y miradas

Voces y miradas
Cristóbal Palma
¡Corre, corre! Y con un fuerte apretón en la mano la señora lleva casi que arrastrado a su hijo que se niega a caminar para bajarse del alimentador y esperar enel intercambiador la otra ruta.
El lugar está completamente lleno de personas. Yo, Perdido entre toda la multitud admiro “la gran obra de Dios” el ser humano. Jóvenes, ancianos, niños, señoras gordas,señoras flacas y podría quedarme aquí por un largo tiempo enumerando las diferencias físicas que me separan de los que están a mi alrededor. A tan solo unos veinte centímetros de distancia seencuentra una pareja, es tan inevitable no escuchar lo que hablan porque la distancia es tan corta que parece que yo estuviera dentro de la conversación.
Sin duda discuten, La voz de la mujer es dulce,habla fluido, sus reclamos son muy concretos, afirma que hubo infidelidad y lo único que quiere es persuadirlo para que le confirme sus sospechas. La voz del hombre es más tenue, sus palabras soncortantes, parece que se niega a sí mismo la verdad y evita cualquier cuestionamiento por parte de su pareja, tiene un arma que no suelta y se aferra a ella, al parecer es su argumento más contundente. “yo notengo tiempo para eso, que te pasa” pero no refuerza su argumento con su mirada, su cuerpo no complementa lo que su voz dice. Creo que miente.
Por un momento dirijo mi mirada a dos jovencitas,ellas, nativas digitales, tan sumergidas en sus dispositivos móviles que no se dan cuenta de absolutamente nada de lo que pasa a su alrededor, están mirando fotos, imágenes, cuchichean, se dicen cosasal oído y luego sonríen, no es nada, es solo simple morbo juvenil.
Llega una ruta y todos se preparan para irse, cortan sus conversaciones o lo que están haciendo, la puerta pita y todos corren abuscar sillas. Yo, me quedo ahí parado mirando cómo todos se van, entonces pienso. ¿Qué pasará con esas personas que nos encontramos a diario y jamás volvemos a ver? ¿Ellos se preguntarán lo mismo...