weekendguate

Páginas: 7 (1613 palabras) Publicado: 30 de mayo de 2014
MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS
PREMIO NOBEL















WEEK-END EN GUATEMALA









¿No ve las cosas que pasan?...
¡Mejor llamarlas novelas!...










LOSADA




Asturias, Miguel Ángel
Week-end en Guatemala. - 2a ed. - Buenos Aires: Losada, 2006. - 328 p.; 22 x 14 cm. - (Novelistas de nuestra época)


ISBN 950-03-4225-1


1. NarrativaGuatemalteca. I. Título
2. CDD G.863



















Segunda edición: julio de 2006

© Editorial Losada, S. A.
Moreno 3362
Buenos Aires, 1968



Tapa: Ana María Vargas Inferiores: Taller del Sur
ISBN-10: 950-03-4225-1
ISBN-13: 978-950-03-4225-4


Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Libro de edición argentina
Impreso, en la Argentina - Printed inArgentina















A GUATEMALA
mi Patria,
viva en la sangre de sus estudiantes-héroes,
sus campesinos-mártires,
sus trabajadores sacrificados
y su pueblo en lucha.





















Dedicatoria íntima.
A BLANCA



Week-end en Guatemala




Recogía del piso la parte de la persona que se llama pie, tan olvidada siempre, lo prendía con ayudadel tacón a uno de los travesaños del taburete que giraba con todo y su persona, como un satélite, frente al bar y echándose de espaldas sobre la barra del mostrador, horizonte infinito sobado y resobado por infinitas manos de borrachos, ensayaba fruncidos de risa con los labios y sus desiguales dientes amarillos, paseaba los ojos por los gaznates de los otros bebedores, las ganas de ahorcarlos quetenía, y mientras el barman le servía whisky y cerveza, aumentando la dosis de whisky en proporción geométrica y la de cerveza en proporción aritmética, descargaba un manotazo sobre el testuz sin cuernos de su rodilla.
¡Soy el sargento Peter Harkins y como no fui a ninguna blitz, sino a un week-end, me emborrachaba, ¿entienden? ... ¡me emborrachaba...! ¡Pero ese día no estaba borracho...! Habíabebido, pero no estaba borracho y el que diga lo contrario confunde miserablemente caer y tambalearse... el borracho se cae... el bebido se tambalea. .. y como ese día, cuando yo salí a buscar el camión, me tambaleaba, estaba bebido, no estaba borracho. ¿Desde cuándo, sargento Harkins, saluda usted militarmente a su camión?... Reí cuando me encontré haciéndole la venia a un jefe de dos toneladas ymedia... y, nada de manotear, sin encontrar la portezuela... de una vez le eché mano al picaporte y al solo abrir me colgué del timón como de una argolla para izarme a golpe de bíceps y caer sentado en mi lugar... Un cigarrillo y la luz en los faros, que por algo fue primero el relámpago y después el trueno... primerísimamente, los faros y el trueno de la portezuela de la cabina, al cerrarla, yaandando el camión que saqué de retroceso y enderecé en la calle listo para cubrir los ciento sesenta kilómetros que me separaban de la costa. La luz eléctrica se comía las uñas en las medias lunas iluminadas del tablero, el reloj se comía el tiempo, las nueve y treinta y tres minutos de la noche, y yo empezaba a comerme la distancia.
Dejé la ciudad por una gran avenida arbolada, paseantes ymonumentos, automóviles y bicicletas, aumentando la velocidad a medida que llegaba al final, donde crucé a la derecha para seguir las medias rectas y curvas de una vía tendida entre las arcadas de un viejo acueducto, en partes soterrado, y jardines y chalets iluminados.
El poco peso, la velocidad que llevaba y las malas condiciones del pavimento, hacían saltar el camión en medio de una nube de polvotan espesa que dejé de verme yo mismo y a no ser por el endiablado ruido de las ruedas y la carrocería, olvido que iba en comisión, tripulando un gigantesco vehículo de la armada. Ni dormido, ni soñando, ni borracho... Oí rugir las fieras al salir de la ciudad... los leones y los tigres que los "comunistas" tenían preparados, cebados de hambre, para que se comieran a los católicos ricos en una...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS