Zidane
Para eso ha llegado Raúl Agné, para cambiar la cara de este proyecto, para explotarlo y limpiar su mácula ysanar sus cicatrices con victorias. Para enterrar el pasado, ganar en el presente y construir un futuro hacia Segunda División. Sí, ruta hacia laplata, con las prisas que obligan las urgencias pero con la pausa necesaria para cimentar el sendero.
En su búsqueda del objetivo el entrenadoraragonés comienza a imponer su ley, con mano férrea y tremendo carácter. Es el rostro del cambio, el que incita a soñar con una nueva etapa másfructífera. Es un giro radical, de 180 grados. Los críticos podrían calificarlo de bandazo. Y es que Agné se encuentra en las Antípodas de Monteagudo yBlanco, con una personalidad más afable, cercana y comprensiva para con sus futbolistas. El guante de seda no ha funcionado y se troca por el puño dehierro, que quizás tampoco baste por el escaso nivel de plantel, pero seguramente no será tan negativo pues es imposible igualar tal mediocridad.
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