A un hilo de la felicidad

A un hilo de la felicidad
Cabello largo hasta los hombros y con rizos de raíz a las puntas, sube un hombre llamado Pedro a uno de los muchos buses en los que trabaja a diario en su país natal:Argentina1.Con mucha amabilidad, saluda al chofer del colectivo y saca de su morral negro que cargaba en el hombro, un empaque de chocolates para obsequiarle a su compañero de trabajo. Una vez que lomotivo con su alimento preferido, se dirigió a los pasajeros llamando su atención con esa voz fuerte, grave, segura y potente2 que ha adquirido luego de tantos años de vender productos en colectivos. Laventa del día era un set de doce coloridos rollos de hilo de coser, perfectos para la temporada de otoño que se aproximaba3, más un hilo de acero indestructible y ciertas cosas más que completaban esepequeño set. El indispensable producto se llamaba Costutti y estaba al accesible costo de 3 pesos.
Una vez ofrecido el set, logro que varias personas le compraran, lo cual debió haberlo puesto feliz;sin embargo, el sentía en las personas un sentimiento de desgano que lo inquietaba. Decidió llamar una vez más la atención de los pasajeros y les propuso que se detengan tan solo diez segundos enpensar en aquello que más querían para sus vidas; ese único sueño que guardan por dentro y que quisieran que se realizara para poder ser felices. Nadie pierde nada: probablemente este sueño se pudieracumplir4
Al llegar la tarde, luego de un día cansado de trabajo5, Pedro regresa a su casa. Feliz y entretenida, regaba sus plantas su abuela6, mientras él la saludaba amorosamente. Se dirigieron a lacocina, mientras él le contaba su buen día en las ventas y esa interrogante que daba vueltas en su mente durante todo el día: ¿A las personas les habrá ido parecido que a él o simplemente peor?7 Ledecía haber sentido una energía especial en el colectivo, la cual lo incentivo a venderles un sueño. A pesar de sentir aquella energía que lo impulso a realizar la venta a los pasajeros, él aún sentía...