alcoholismo
1- Presentación del profesional. El profesional deberá presentarse al adolescente,
de forma agradable y explicar cuál es su rol dentro de la consulta.
2- Presentación del adolescente. Conviene interesarse por el nombre o apodo con
que quiere ser conocido.
3- Escuchar atentamente al adolescente y entender todos sus problemas, por poco
importantes que nospuedan parecer.
4- Registrar mentalmente las impresiones iniciales sobre el adolescente (ropa,
gestos, estado de ánimo). Conviene saber que los sentimientos que un
adolescente nos provoca guardan relación directa y estrecha con los que él va a
sentir ante nosotros (ansiedad, aburrimiento, agresividad).
5- Observar mucho y escribir poco. El lenguaje no verbal puede ser la clave para
unbuen diagnóstico: el movimiento de las manos, la manera de sentarse, los
movimientos oculares y la mirada, el inicio de las lágrimas,...
6- Es fundamental establecer una buena relación entre el profesional de la salud y
el adolescente. Para ello, y delante de los padres, se debe asegurar la privacidad
y la confidencialidad de la entrevista. Asimismo conviene dejar claros los límites
deeste “secreto profesional” que no son otros que las situaciones de peligro para
la vida (ideación suicida) o de gran riesgo social (ideas de fugas o sobre daños
irreparables).
7- Perder el miedo al compromiso de confidencialidad. Cuando un adolescente
nos ha confiado conflictos importantes que, sin rayar el riesgo, pensamos que
deberíamos ponerlo en conocimiento de sus padres, se trata deexponer
llanamente al adolescente una opinión bien argumentada sobre la conveniencia
que el profesional ve en poder mantener una charla con los padres sobre aquellos
temas más espinosos. Se le propone al adolescente una reunión a tres partes, en
la que el profesional va a asumir el papel de abogado defensor del adolescente.
Esta sencilla técnica proporciona experiencias muy gratas en eltrato con
adolescentes y sus padres.
8- Usar un lenguaje con el que el adolescente se sienta confortable. Hay que
evitar usar el “argot” juvenil de moda. Nuestro paciente busca en nosotros un
profesional sensible y maduro y no espera que lo atienda otro adolescente.
9- Evitar los silencios prolongados y los comentarios que impliquen un juicio de
valor. Los largos silencios no suelenser favorecedores, puesto que pueden ser
interpretados por el adolescente como hostilidad y desinterés, pudiendo aumentar
la tensión interna.
Nunca hay que tener prisa para enjuiciar las acciones y será siempre preferible
conducir la conversación hacia la reflexión personal y la argumentación, a fin de
provocar que sea el propio adolescente quien llegue a emitir sus propios juicios
devalor. Evidentemente, tendrán mucho más valor, por inmaduros que nos
parezcan, que los que le podamos transmitir nosotros mismos.
10- Considerar seriamente todo comentario que el adolescente nos haga y
hacer cuanto esté en nuestras manos para que se sienta valorado como persona
y como adulto (nunca como “caso clínico”).
11- Durante la entrevista, conviene explorar todos aquellos detallesque nos
interesan de la vida del adolescente, empezando por el motivo de consulta. Ya
tendremos tiempo más adelante de investigar los antecedentes personales y
familiares, la historia escolar o laboral, o los hábitos y estilos de vida.
Ya que la entrevista con el adolescente puede tender al desorden, es útil tener
presente un guión sobre todo aquello que nos interesa saber.
En estesentido nos sirve el acrónimo que propone García Tornel (1997):
FACTORES
Familia: relación con los padres y hermanos, grado de satisfacción
Amistades: actividades, deportes, tipo de relaciones
Colegio-trabajo: rendimiento, grado de satisfacción
Tóxicos: experimentación-abuso, tabaco, alcohol, drogas
Objetivos: estudio, trabajo, familia, ideales, ilusiones
Riesgos: deportes, moto,...
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