analisis politico
Universidad Nacional de Lomas de Zamora
Facultad de Ciencias Sociales
Literatura Argentina II
Hipótesis
En el presente trabajo me dedicaré a analizar la confluencia de los planos narrativos en la esfera de lo privado del mundo familiar y lo público del mundo de la política a fines de la década infame en la Argentina. Este relato, configurado apartir de la mirada del protagonista, supone un distanciamiento crítico hacia las formas de ejercer la política en esos tiempos.
Introducción
Algunas constantes en la narrativa de Beatriz Guido se vinculan con “una nueva forma de realismo”1 surgida alrededor de 1955. La historia reciente del país se presenta como fuente de temas para un grupo deescritores noveles entre los que se encuentran varias mujeres, como es el caso de Beatriz Guido. En el marco de ese nuevo realismo, lo político aparece como novedosa materia narrativa.
La narrativa de Beatriz Guido resulta paradigmática de esa tendencia a la presentación de la historia del país como trasfondo de una anécdota en un momento preciso. Son los acontecimientos políticos, el marco enel que se traman los conflictos individuales, de modo tal que los vaivenes y los personajes pertenecen a una etapa determinada de la historia reciente del país.
De acuerdo con Renata Rocco-Luzzi e Isabel Strata en la novelística de Guido se dan ciertas recurrencias que resultan relevantes: “una de las costumbres es el tema de la decadencia: la historia es siempre… poder (…)”. La otra constantees el fin de la infancia y la iniciación en el mundo de los adultos, tanto en lo que se refiere al despertar sexual como al campo de la violencia de las relaciones sociales que domina “la realidad” del país. El relato se produce desde la perspectiva de un personaje que actúa como narrador testigo que más que actuar, observa, y que puede contar en tanto tiene la facultad de ver.En el mundo familiar de los Baceras hay constantes escenas de “tensión”. Desde la relación entre los primos, los sirvientes con ellos y vice-versa. Quien ve y nos cuenta estas escenas es, a veces, el personaje de Adolfo, en una primera persona. Si bien él es quien protagoniza la novela; en ocasiones, su punto de vista alterna con un narrador omnisciente, creando un foco de distanciamiento dela conciencia del personaje.
La novela abre con una escena de “violación”. Adolfo espía a su prima Mariana mientras ella está por bañarse desnuda en el lago del atajo de Alma Muerta, cerca de la estancia La Enamorada. El narrador, en este caso Adolfo, nos cuenta cómo casi obsesivamente espiaba a Mariana tiempos atrás:
“Sin embargo, como si quisiera librarme de una pesadilla pasaba las horas,antes de acostarnos, junto a la ventana de su habitación, para verla desnudarse, montado en la rama de un árbol. Por no sé qué extraño juego de brazos y sábanas, no había conseguido nunca verla completamente desnuda”2
La escena en Alma Muerta puede interpretarse como una violación a la privacidad del cuerpo (femenino). Este primer hecho violento tiene su encadenamiento con el consiguientecastigo que recibe Adolfo. Mariana descubre a Adolfo mientras la espía y corre sollozando. Su abuelo, Braceritas, le pregunta quién la había “lastimado” y al pronunciar él el nombre de Adolfo, Mariana calla. Braceritas malinterpreta el altercado ocurrido en el atajo y se dirige a la habitación de Adolfo para “castigarlo”. Este castigo también está dentro del orden de la violencia pues Adolfo es azotadosalvajemente por su abuelo:
“Lo vi acercarse lentamente y sin darme tiempo a reaccionar, cruzó mi cara. Traté inútilmente de defenderme; sentía caer la lonja de cuero y el filo de la hebilla de plata en los lugares más inesperados de mi cuerpo, implacablemente (…) (25)
A partir de aquí, Adolfo también acometerá su furia contra Mariana mediante otro acto violento:
“enfurecido me arrojé...
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