Animales
Una de las tesis con mayores implicaciones en la teoría y práctica de la traducción, especialmente en el problema de la equivalencia interlingüística, es elrelativismo lingüístico, cuya formulación más elaborada se debe a los lingüistas norteamericanos Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf, cuya obra se sitúa en la primera mitad del siglo XX. Más que unateoría es una hipótesis, según la cual cada lengua contiene una peculiar concepción del mundo (según algunos, la compartida por todo el pueblo, nación o comunidad de sus hablantes), ya que su gramática yléxico reflejan una cosmovisión determinada. Dado que apenas existen delimitaciones conceptuales impuestas por el mundo externo, cada lengua poseería sus propias distinciones e imágenes codificadasde la realidad, que no se hallan en otras lenguas. Cada lengua es una categorización del mundo, puesto que sus unidades léxicas y gramaticales recortan la realidad de forma particular por influencia dela cultura, pero sin que exista una correlación o conexión causal entre lengua y cultura. Las posibilidades de parcelar la realidad son ilimitadas, y, por ello, también la diversidad estructural delas lenguas.
En todas las lenguas, pues, podemos descubrir matices sorprendentes, pues cada una de ellas encierra puntos de vista genuinos para trocear la realidad que resultan extraños a los ajenos.Así, en náhuatl existen palabras para designar partes del cuerpo de las que otras lenguas carecen; por ejemplo, dispone de un término genérico para designar las fosas nasales, la abertura de la boca,el ano y el resto de los orificios corporales (tlecállot), que significa literalmente ‘humero, chimenea’; posee palabras para nombrar los pelos de cuello (cocotzontli), la cabeza comprendiendo la cara(tzontecomatl) y sin ella (cuaitl), la parte lateral y acanalada de la quijada (camachala) y los pliegues flácidos a los lados de las comisuras de los labios (tentzotzol), entre otros términos....
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