arte y propaganda
La imagen política en la era de la cultura de masas.
Toby Clark Cap. 4
INTRODUCCIÓN
La palabra propaganda tiene un aura siniestra al sugerir estrategias manipuladoras de persuasión, intimidación y engaño. Por el contrario, la idea de arte significa […] una actividad dedicada a la búsqueda de la verdad, la libertad y la belleza. Para algunos, “artede propaganda” es una contradicción de términos. Pero, las connotaciones negativas y emotivas de la palabra “propaganda” son relativamente nuevas y están íntimamente ligadas a las luchas ideológicas del siglo XX. El empleo original del término para describir la propagación sistemática de creencias, valores y prácticas se remonta al siglo XVII, cuando el Papa Gregorio XV organizó una misión desde elVaticano para contrarrestar las ideas de la Reforma protestante. Durante los siglos XVIII y XIX, la palabra se empleaba en todas las lenguas de Europa como un concepto neutro y amplio referido a la difusión de ideas políticas, religiosas y anuncios comerciales.
La neutralidad de la palabra “propaganda” desaparece con la Primera Guerra Mundial cuando los medios usados para la guerra hasta elmomento se enfrentaron con la nueva técnica militar –ametralladora- que aniquiló miles de soldados, haciéndose difícil el reclutamiento voluntario. La percepción, en tiempos de guerra, de las relaciones de la propaganda con la censura y la manipulación informativa se combinaba con la creciente aplicación de la guerra psicológica contra el enemigo.
En las democracias occidentales, luego de la guerra“propaganda” se vinculó a totalitarismo, término polémico que hasta 1945 definió las dictaduras fascistas de la Guerra Fría, a la Unión Soviética y a todos los Estados Comunistas.
Las connotaciones actuales del término “arte de propaganda” en el mundo occidental se configuraron en gran parte como consecuencia del clima de Guerra Fría de los Estados Unidos. Desde mediados de los años ’40 […] losvalores artísticos dominantes tuvieron un portavoz influyente en el crítico Clement Geenberg que desde 1939 advirtió acerca de los perniciosos efectos de lo que llamó kitsh, presente tanto en la cultura de masas americana como en el populista arte oficial de la Alemania nazi y la Unión Soviética. Para defender la verdad, los artistas debían centrarse en conceptos puramente artísticos: hacer un arteabstracto que fuera inmune a la explotación política.
Se echaron las bases de una concepción histórica convincente que implicaba que los mayores logros del arte occidental desde mediados del siglo XIX, habían sido el resultado de la liberación del arte de sus tradicionales grupos de dominio: la Iglesia, la monarquía, la aristocracia y el gobierno. Liberado de servir a esos patrones, el artepodía dedicarse al desarrollo progresivo de sus cualidades formales y ser valorado por consumidores que apreciaran las innovaciones artísticas como prueba de la creatividad natural del espíritu humano.
En los años ’50 se defendía a la escuela americana de expresionistas abstractos (como Jackson Pollock) como el epítome de ese arte puro y libre.
Las numerosas exposiciones internacionales que a finesde los años ‘40 y ‘50 exportaban este arte, estaban coordinadas por el MOMA (Museum of Moderm Art de New York) e iban acompañadas de las manifestaciones de sus conservadores.
El descubrimiento a mediados de los años ’70 de que algunas exposiciones habían sido financiadas por la CIA causó una profunda impresión en una generación de artistas y críticos radicalizados de Vietnam y el movimiento de losderechos humanos. Algunos de ellos cuestionaron la idea de que el arte debía, mantenerse al margen de los intereses políticos.
“La buena propaganda” es lo que debería ser el arte: una provocación, un nuevo modo de ver y pensar sobre lo que pasa a nuestro alrededor. Este empleo positivo del término no ha calado demasiado pero la cuestión de si el arte puede ser a la vez político y “bueno”...
Regístrate para leer el documento completo.