biologia
Los antiguos egipcios creían en la existencia de un complejo y complicado Más Allá (llamado Duat, Amenti o Necher-Jertet). Era tal su obsesión por eseotro mundo que estaban más preocupados por su futura existencia después de la muerte que por su vida terrenal, de ahí la importancia que le daban a los rituales de embalsamamiento y entierro, ya quemorir antes de haber llevado a cabo los preparativos para el otro mundo, podría hacer peligrar la posibilidad de alcanzar la inmortalidad en el paraíso.
Con el transcurso del tiempo, la mitologíaegipcia se fue modificando generando diferentes versiones, pero en resumen cuando la persona moría, el dios del ultramundo Anubis (con cabeza de chacal) guiaba al fallecido por su viaje en el Más Allá.Ahí, el espíritu del difunto debía deambular en un mundo complejo y peligroso, plagado de lugares enigmáticos y sorteando seres malignos.
El fallecido requería atravesar una serie de puertas,cavernas y montañas vigiladas por criaturas sobrenaturales y aterradoras. Estas criaturas podían ser pacificadas con la recitación de los sortilegios adecuados incluidos en el Libro de los Muertos,destinados a eliminar su amenaza e incluso pasar a gozar de su protección, hasta llegar ante el dios de la resurrección Osiris (con el rostro de color verde) para ser juzgado por sus actos durante su vida ysaber si merecía o no la eternidad.
EL JUICIO DE OSIRIS
Era el acontecimiento más importante para el difunto. Ahí primero debía jurar que no había cometido ningún pecado de una lista de42, mediante la recitación de un texto conocido como la “Confesión Negativa”.
(Es interesante ver que los diez mandamientos se encuentran en la Confesión Negativa. Lo que hace pensar a algunosestudiosos que de ahí se inspiró Moisés para la elaboración del decálogo)
Entonces el corazón del difunto era pesado en una balanza contra la diosa Maat, que encarnaba la verdad y la justicia. A...
Regístrate para leer el documento completo.