Brujas
Durante el reinado de Isabel I (1558-1603), la preocupación por la brujería quedó más amortiguada. El doctor John Dee, un astrólogo, tenía una influencia notable en la corte, pues se le había solicitado el cálculo de una fecha propicia para la coronación de la reina. Sinembargo, en 1563 Isabel promulgó un estatuto en el que ordenaba la pena de muerte para las brujas y los hechiceros. En esta ley se consideraba una felonía la invocación de los espíritus malignos para cualquier propósito, independientemente del daño que pudieran provocar. Castigados por la ley civil antes que por la eclesiástica, a los individuos convictos se les ahorcaba y no se les condenaba a lahoguera. En Inglaterra se ahorcó a unas mil brujas durante este período. El primer gran juicio bajo este estatuto se celebró en Chelmsford, en Essex, en 1566.
Durante los siglos XVI y XVII los juzgados de Chelmsford celebraron cuatro grandes juicios de brujería. En el primero condenaron a tres mujeres: Elizabeth Francis, Agnes Waterhouse y la hija de Agnes, Joan Waterhouse, todas ellas del pueblo deHatfield Peverell. Se las acusaba de tener un gato con manchas blancas, Sathan, que era familiar de una bruja y capaz de hablar por estar poseído por el diablo. Francis confesó haber sido instruida en la brujería por su abuela, la madre Eva, quien le enseñó a renunciar a Dios y a dar su sangre al diablo. También confesó haber embrujado al bebé de William Auger, que «se volvió decrépito».
A Francisse la sentenció a un año en prisión. Agnes Waterhouse testificó que había embrujado a una persona, William Fyness, quien posteriormente murió, y había enviado a su gato a destruir el ganado y los gansos de su vecino. Joan Waterhouse, por su parte, fue acusada de embrujar a la niña de doce años Agnes Brown, cuyo brazo y pierna derechos se volvieron «decrépitos». A Joan se la absolvió, pero a sumadre la culparon de «embrujar hasta la muerte» y fue ahorcada el 29 de julio de 1566 —la primera mujer condenada a muerte en Inglaterra por brujería.
En el segundo y tercer juicios de Chelmsford, en 1579, se acusó a cuatro mujeres de brujería —una de ellas era Elizabeth Francis—. Los cargos incluían dos casos de embrujamiento que habían provocado la muerte de personas y la acusación de embrujar aun caballo castrado y a una vaca, que murieron. Tres de las cuatro brujas, incluida a Francis, fueron ahorcadas.
El cuarto gran juicio de Chelmsford, en 1645, fue instigado por el famoso «buscador de brujas» y puritano Matthew Hopkins, que se ganaba la vida viajando por el país, alentando el miedo a las brujas y recogiendo pagos de las comunidades por cada acusación con éxito. Hopkins seconvirtió en uno de los hombres más temidos en los condados del este y, como observó Wallace Notestein, «envió al cadalso a más brujas que todos los demás cazadores de brujas en los 160 años durante los que esta persecución floreció en Inglaterra». Hopkins creía en el rey Jacobo VI de Escocia, quien afirmaba en su Daemonologie (1597) que la manifestación más importante de una bruja era que mantenía a...
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