CACA COLA
26JUN
La década de 1950 trascurrió en América Latina con bastantes sobresaltos que iban a influir profundamente en la necesidad de nuevas relaciones entre los EstadosUnidos y América Latina. A pesar de todos los anuncios de ayuda técnica y económica, la transferencia de recursos fue mayoritariamente destinada a ayuda militar con el objetivo de a mantener a rayael comunismo. La política anticomunista del gobierno norteamericano estaba ya articulada y la CIA comenzaba a transformarse en parte fundamental del diálogo intercontinental. Algunas cifras nosmuestran que entre 1950 y 1957 sólo el 7% de la ayuda proveniente de Estados Unidos fue económica; el 10% consistió en ayuda técnica mientras que la ayuda militar ascendió a un 53% del gasto. Esto pone demanifiesto los principales intereses de la Casa Blanca: la prioridad de la política hemisférica eran los asuntos militares en directa relación con la cada vez más álgida política exterior marcada por elenfrentamiento con la Unión Soviética.
La situación social y económica de América Latina no había mejorado en lo absoluto. Incluso hay indicios de que los indicadores de pobreza y crecimientoeconómico cayeron aun más. En este contexto se comenzó a establecer la consolidación de gobiernos nacionalistas y reformistas que buscaban alejarse de la excesiva influencia de Estados Unidos en laconducción de sus políticas interiores. Esto no fue bien mirado por la Casa Blanca, ante lo cual se iniciaron maniobras directas de desestabilización económica y política, muchas de las cuales terminaron enintervenciones militares. Una de las más conocidas es el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, lo que fue una muestra clara de la persecución de lasalternativas políticas que se alejarandel paradigma democrático impuesto por la política exterior norteamericana.
Esa invasión militar fue la materialización de una política anticomunista que, como hemos visto, se venía gestando...
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