Caida del muro de berlin y el quiebre sovietico
A comienzos de diciembre de 1989, ya era demasiado tarde para plantear un cambio en los términos que hubieran podido resultar aceptables para Moscú.Ya no era ni tan siquiera el tiempo del "socialismo con rostro humano", como en 1968, sino de la pura y simple democracia.
Con los países de la Europa Central y la balcánica se reprodujo de maneraexacta lo sucedido con los frentes populares de los Estados bálticos, donde también hubo una inicial complacencia, como si el cambio se identificara con la Perestroika, y un posterior deseo derectificación cuando era ya demasiado tarde. En junio de 1990, los dirigentes soviéticos todavía hablaban de la posibilidad de que transcurrieran diez años hasta la unificación de Alemania. Lo más grave desdesu punto de vista era la posible pertenencia a la OTAN de la Alemania unificada. Los dirigentes soviéticos demostraron, una vez más, que eran dominados por los acontecimientos en vez de dirigirlosellos mismos y que no sabían bien qué querían y menos aún lo que podían conseguir. En realidad, sólo lograron retrasar tres o cuatro años la retirada y reducir el Ejército alemán a 370.000 hombres,cuando previamente la República Federal ya tenía medio millón; aparte de ello, consiguieron ventajas económicas, lo que en este preciso momento constituía su mayor preocupación, dada la situación del país.Todos los antiguos países del Pacto de Varsovia pidieron -y obtuvieron- la retirada de las tropas soviéticas. En febrero de 1991, se levantó acta definitiva de la desaparición de esta alianzamilitar, en un acto al que ni siquiera asistió Gorbachov; ya antes había sido disuelto el COMECON, lo que no tiene nada de extraño si se tiene en cuenta que desde el punto de vista económico esacolaboración siempre había tenido muy poco sentido y ahora era ya inviable. De cualquier modo, la presión de los acontecimientos había quitado a los soviéticos cualquier posibilidad de reacción en estos...
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